Lara se desmarcó el lunes de la decisión de su partido en Extremadura de facilitar con su abstención el Gobierno de esta comunidad al PP y anunció la convocatoria urgente de la Presidencia Federal para analizar lo ocurrido, aunque evitó pronunciarse sobre la posibilidad de que se acuerden "expulsiones".
"Es una palabra fuerte de la que, por ser tan delicada, no vamos a hablar hasta que se pronuncien los órganos correspondientes", afirmó Lara, quien negó que se haya planteado dimitir por lo sucedido.
La posición en favor de la abstención de IU fue respaldada el pasado domingo por el 59,6 por ciento del Consejo Político Regional, formado por 50 miembros, mientras que el 40,4 votó por apoyar al PSOE.
Esta decisión de IU llevará al poder al candidato popular, mientras que el PSOE, que por primera vez será oposición en Extremadura, pierde otro de sus tradicionales feudos electorales después de Castilla-La Mancha.
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