Tokio, 7 dic.- Japón reforzó hoy sus sistemas de defensa ante el cohete de largo alcance que Corea del Norte prevé lanzar entre el 10 y el 22 de este mes, al tiempo que dio la orden de derribar el proyectil en caso de que amenace el territorio nipón.
El Consejo de Seguridad de Japón, principal panel de seguridad del país, se reunió a primera hora de hoy encabezado por el primer ministro, Yoshihiko Noda, para coordinar la estrategia con vistas al lanzamiento anunciado el pasado sábado por su impredecible vecino norcoreano.
Al término del encuentro, el ministro nipón de Defensa, Satoshi Morimoto, dio autorización para que las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) destruyan el cohete si alguna de sus partes amenaza con caer en territorio japonés.
De mantener la trayectoria prevista, el proyectil, una versión supuestamente mejorada de un cohete Unha-3 que Corea del Norte lanzó sin éxito el pasado abril, sobrevolaría entre otros territorios el archipiélago nipón de Okinawa.
Allí las Fuerzas niponas de Auto Defensa han desplegado baterías de misiles tierra-aire Patriot Advanced Capability-3 (PAC-3), al tiempo que en el Mar de China Oriental y el Mar de Japón se han situado tres buques de guerra equipados con sistemas antimisiles Aegis.
También se han colocado unidades PAC-3 en varios puntos de la zona metropolitana de Tokio, entre ellos las vecinas provincias de Saitama y Chiba y las instalaciones deportivas del Ministerio de Defensa, en pleno centro de la capital y rodeado de casas y oficinas.
Hasta allí se desplazó hoy el primer ministro, en plena campaña para las elecciones generales del día 16, a fin de supervisar el despliegue y animar a los soldados.
"Tenemos que estar preparados para cualquier contingencia a fin de proteger la vida y la seguridad del pueblo japonés", afirmó Noda, ataviado con una chaqueta verde militar, ante los soldados y varias decenas de periodistas congregados en el lugar.
Antes de recibir explicaciones sobre el funcionamiento de las baterías, el jefe del Gobierno instó a los militares a cumplir "serena y firmemente" su deber de proteger y "responder a la confianza" que les otorga la población nipona.
Los preparativos efectuados en Tokio y Okinawa son similares a los del pasado abril, cuando el régimen norcoreano, con el joven Kim Jong-un a la cabeza, hizo un lanzamiento que terminó en sonado fracaso al caer el cohete en pedazos al Mar Amarillo poco después de despegar.
Corea del Norte asegura que ha mejorado el rendimiento y la precisión de la lanzadera y también del supuesto satélite que porta, aunque algunos analistas surcoreanos se han mostrado escépticos al considerar que ha pasado demasiado poco tiempo.
En cualquier caso, las tres etapas del cohete Unha-3 ya están instaladas desde el miércoles en la plataforma de lanzamiento de la base de Dongchang-ri, en el noroeste de Corea del Norte.
Según la agencia surcoreana Yonhap, que cita una fuente militar, el país comunista está ultimando los preparativos para inyectar combustible al cohete, algo que podría hacer mañana, sábado, lo que permitiría lanzarlo tan pronto como el mismo lunes.
Sin embargo, los expertos han recordado que ello dependerá de las condiciones meteorológicas en esa zona de Corea del Norte, que según los pronósticos podrían ser adversas hasta el próximo miércoles.
También Corea del Sur ha reforzado la actividad de sus servicios de Inteligencia militar para seguir de cerca los preparativos del lanzamiento, al tiempo que ha desplegado buques de guerra con radares en el Mar Amarillo para seguir la trayectoria del cohete tras su lanzamiento.
Además, ha dado instrucciones para que los buques, tanto nacionales como extranjeros, cambien sus rutas en la zona marítima que está bajo la supuesta trayectoria del misil para evitar que sean alcanzados por fragmentos del proyectil.
Tanto Corea del Sur como Japón extremarán la alerta a partir de las 07.00 hora local del lunes (22.00 GMT del domingo), el momento en que comienza el periodo de trece días en que Pyongyang prevé llevar a cabo el lanzamiento. EFE
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