Bruselas, 19 dic.- Jordania y la UE reiteraron hoy que la máxima prioridad de la comunidad internacional debe ser frenar el derramamiento de sangre y la opresión en Siria y prepararse para la transición política y el periodo posterior al conflicto en el país.
El ministro jordano de Exteriores, Naser Judeh, y la jefa de la diplomacia chipriota, Erato Kozakou-Marcoullis, que presidieron hoy el X Consejo de Asociación entre la Unión Europea (UE) y Jordania, expresaron además su pleno apoyo al enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi.
Judeh se mostró alentado por que Brahimi haya hablado de "ideas" para poner fin al conflicto y no de un plan de paz porque, sostuvo, este tipo de iniciativas suelen tener una secuencia y el que había confeccionado su antecesor, Kofi Annan, fracasó en uno de los puntos cruciales: poner fin a la violencia.
"Nuestra posición es clara. Hay que poner fin a la violencia, al derramamiento de sangre. Hay que encontrar una solución política que garantice la integridad de Siria y la dignidad de sus gentes", dijo.
Jordania, que sufre los efectos del conflicto en Siria al ser uno de los países a los que llegan los refugiados del país vecino (más de 250.000 personas en 2011, según el ministro de Exteriores), espera que las ideas de Brahimi permitan forjar una solución junto a otras acciones esperanzadoras.
En este sentido, Judeh manifestó su deseo de que la Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) se convierta en una plataforma "lo mas incluyente posible" y en un mecanismo a través del cual los sirios puedan respaldar "un gobierno más representativo y pluralista en el futuro".
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