Kirguizistán elige mañana a su tercer presidente entre dieciséis candidatos

  • Con el mal recuerdo de que sus dos únicos presidentes desde la independencia, Askar Akáyev y Kurmanbek Bakíev, tuvieron que ser derrocados, Kirguizistán acude mañana a las urnas para decidir quién será su tercer jefe de Estado electo, toda vez que la actual, Rosa Otunbáyeva, ejerce el cargo de forma interina.

Moscú, 29 oct.- Con el mal recuerdo de que sus dos únicos presidentes desde la independencia, Askar Akáyev y Kurmanbek Bakíev, tuvieron que ser derrocados, Kirguizistán acude mañana a las urnas para decidir quién será su tercer jefe de Estado electo, toda vez que la actual, Rosa Otunbáyeva, ejerce el cargo de forma interina.

Los votantes kirguises tendrán que elegir finalmente entre dieciséis candidatos, aunque inicialmente, al convocarse los comicios, 87 personas anunciaron su candidatura.

La mayoría se retiró al poco tiempo o no cumplió con los requisitos legales para seguir en la puja electoral.

Las autoridades han impreso 23 nombres de candidatos en los tres millones de papeletas que ya están en los colegios electorales, pero en los últimos días se han retirado de la carrera nada menos que siete de ellos, y ahora tendrán que ser tachados con bolígrafo y a mano antes del inicio de la jornada electoral.

Todo está listo para la jornada de mañana, con los colegios habilitados con los medios técnicos necesarios para garantizar unos comicios sin incidentes, informó hoy la Comisión Electoral Central (CEC) de Kirguizistán, citada por medios locales.

El gran favorito para alzarse con la victoria es Almazbek Atambáyev, actual primer ministro y antiguo líder opositor, miembro del Partido Socialdemócrata de Kirguizistán, que tiene además buena prensa tanto en Rusia como en Occidente.

Atambáyev, sin embargo, fue denunciado por trato de favor, como actual jefe de Gobierno, por los otros dos candidatos fuertes, Adaján Madumárov y Kubatbek Baibólov, que tienen su granero de votos en el inestable sur, patria chica del expresidente Bakíev, actualmente exiliado en Bielorrusia

A Madumárov, de hecho, se le ha incriminado durante toda la campaña electoral de estar relacionado con el depuesto Bakíev, extremo rechazado por el candidato, que ha calificado estas acusaciones como "publicidad negra".

A Baibónov, tercer hombre fuerte en liza, las "malas lenguas" le han atribuido relaciones con el narcotráfico y un supuesto alineamiento con los nacionalistas kirguises, responsables de los violentos disturbios contra la minoría uzbeka en 2010.

Las elecciones se celebrarán entre fuertes medidas de seguridad, sobre todo en el sur del país, donde en verano del año pasado, poco después del violento derrocamiento de Bakíyev, se vivieron sangrientos enfrentamientos entre kirguises y uzbekos.

Las labores de vigilancia se han intensificado en todas las instalaciones estratégicas y 6.500 policías (más de 4.000 en el sur del país) y hasta 7.000 voluntarios han sido movilizados con motivo de la jornada electoral.

"La situación en las regiones de Osh, Dzhalal-Abad y Batkensk (en el sur) está bajo control. Para casos de alteración del orden publico disponemos de un grupo móvil de fuerzas policiales que será trasladado allá donde sea necesario", dijo hoy el viceministro de Interior de la república, Kursán Asánov.

La nieve y el mal tiempo, de hecho, son a pocas horas de los comicios el mayor problema para garantizar una jornada sin incidentes.

En algunas zonas de la región de Osh, donde copiosas nevadas no han dejado de caer desde hace dos días, no hay electricidad, aunque las autoridades han prometido restablecer en breve el servicio.

Nieva también con fuerza en algunos pueblos de montaña de Dzhalal-Abad, como señaló a la agencia rusa Interfax un representante de la administración regional, preocupado porque el mal tiempo pueda dificultar a los ciudadanos su desplazamiento hasta los colegios electorales.

Las elecciones serán supervisadas por más de 900 observadores internacionales procedentes de 47 organizaciones y 56 países, entre ellos 285 representantes de la Oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos (ODIHR) de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

La Constitución kirguís, aprobada en referéndum el 27 de junio de 2010 y que convirtió a ese país centroasiático en la primera república parlamentaria de Asia Central, establece que el jefe de Estado es elegido por un período de seis años y prohíbe la reelección.

La actual presidenta kirguís, Rosa Otunbáyeva, quien encabezó las revoluciones que derrocaron en abril a Bakíev, y en 2005 al primer presidente kirguís, Askar Akáyev, ejercerá el cargo hasta el 31 de diciembre de 2011.

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