La audiencia nacional obliga al narco oubiña a ayudar a personas drogodependientes


El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha concedido el tercer grado penitenciario –la semilibertad- al histórico narcotraficante Laureano Oubiña pero con la condición de acudir “a una organización de asistencia a personas desfavorecidas o con un problema de drogodependencia”.
El juez Castro señala en el auto hecho público hoy que el objetivo de esta medida es permitir que el narcotraficante puede “continuar con el proceso de introspección personal y de asunción del daño que causa el tráfico de drogas”. Oubiña deberá de esta forma “asumir el valor del pleno respeto a los derechos humanos de los demás”.
“La droga en general ha producido la muerte o trastornos a las salud de los consumidores y enormes perjuicios morales y económicos a las familias que les apoyan en la voluntad de abandonar el consumo”, señala el magistrado en su resolución.
Serán ahora los Servicios Sociales Penitenciarios los que deberán concretar la organización a la que deberá acudir Oubiña “atendiendo a las circunstancias personales, laborales y familiares del penado”.
El juez de la Audiencia Nacional ha adoptado esta medida al conceder a Oubiña el tercer grado penitenciario, con el que podrá acceder a la libertad condicional. Castro, en concreto, ha estimado el recurso interpuesto por la defensa del narcotraficante contra la decisión de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias de denegarle el acceso al tercer grado.
ARREPENTIMIENTO DE OUBIÑA
El magistrado ha tenido en cuenta a la hora de conceder el acceso al tercer grado penitenciario que Oubiña “ha asumido su responsabilidad” y se ha arrepentido del “daño causado por los delitos cometidos”.
El narcotraficante, que en la actualidad se encuentro cumpliendo condena en la cárcel de Dueña (Palencia), ha mostrado además su disposición a “reparar el daño causado a la sociedad” y “colaborar en actividades dirigidas a la reinserción y rehabilitación social”.
Castro se pregunta en su auto “qué hacer con aquellos internos condenados por delitos contra la salud pública en los que más allá del cumplimiento de la condena la responsabilidad ante la sociedad se diluye al no existir víctimas concretas”.
El juez concluye que, en estos casos, el arrepentimiento “necesita un ‘plus’ de actuaciones” que permitan constatar “la reparación del daño y la obtención por parte de la sociedad de un efecto reparador”. En el caso de Oubiña, este “plus” pasa por acudir a centro de atención a personas con problemas de drogodependencia.
CUMPLIMIENTO DE LAS PENAS
Castro también ha valorado “el avanzado estado de cumplimiento de la condena” ya que Oubiña superó en marzo de 2009 las tres cuartas partes de las penas que le fueron impuestas, requisito para poder acceder al tercer grado. El cumplimiento definitivo de las condenas se producirá el 17 de julio de 2012.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmó en octubre pasado el nuevo cálculo de liquidación de las condenas impuestas al narcotraficante.
Este nuevo cálculo se realizó en base a la nueva doctrina del Tribunal Constitucional, que establece que a un preso condenado en firme que de forma complementaria se encuentre en situación de prisión provisional por otra causa se le ha de descontar cada día que esté en la cárcel tanto de la pena que está cumpliendo como de la que le podrían imponer por la causa por la que está preventivo.
TRES CONDENAS
La Audiencia Nacional ha condenado en tres ocasiones a Oubiña. La primera sentencia, dictada por la Sección Cuarta, le condenó a cuatro años y cuatro meses de cárcel por el transporte de 6.000 kilos de hachís desde Muxía (La Coruña) hasta Holanda y que fue interceptado en Martorell (Barcelona) en 1997.
Pocos meses más tarde la Sección Segunda le condenó a seis años y nueve meses de prisión en el marco de la “operación Amanecer”, por la que fue detenido en julio de 1997 tras el desembarco de 3.500 kilos de hachís en Nigrán (Pontevedra).
Finalmente, la Sección Tercera le impuso una pena de seis años y nueve meses de cárcel por la incautación en el mar de 15 toneladas de hachís en la “operación Ocaso”.

Mostrar comentarios