La clase de los miércoles

  • A medida que avanza la legislatura y el Gobierno va tomando sus decisiones, las sesiones de control que el Congreso celebra cada miércoles se van pareciendo cada vez más a una clase donde el profesor, desde el banco azul, se afana en explicar a los alumnos de enfrente lo que se puede y lo que no se puede hacer.

Antonio del Rey

Madrid, 7 mar.- A medida que avanza la legislatura y el Gobierno va tomando sus decisiones, las sesiones de control que el Congreso celebra cada miércoles se van pareciendo cada vez más a una clase donde el profesor, desde el banco azul, se afana en explicar a los alumnos de enfrente lo que se puede y lo que no se puede hacer.

Así, el presidente Mariano Rajoy ha advertido hoy al líder de IU, Cayo Lara, que su pretensión de hacer presupuestos sin recortes es "imposible", porque la crisis obliga a ser realistas con las cuentas, mientras al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba le ha pedido que no le hable de falta de diálogo con los sindicatos puesto que el PSOE aprobó dos reformas laborales sin acuerdo con ellos.

Y para rematar, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también con pregunta en el pleno, se ha explayado ante la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, al recordarle todas y cada una de las malas prácticas que a su juicio cometió el anterior Ejecutivo del PSOE y que hicieron perder confianza en España.

Cayo Lara ha sido el primero en abrir fuego con su interpelación a Rajoy, dedicada a rechazar los recortes del gasto público y una reforma laboral que según él será inútil porque traerá más recesión y más paro.

El jefe del Gobierno le ha dejado claro que las tijeras van a utilizarse sí o sí, en unos presupuestos que "además de austeros van a ser realistas" para que sus medidas no se queden en "papel mojado", y se ha preocupado en detallarle qué pasa cuando se gasta más de lo que se ingresa y hay que pedir dinero fuera para obtener préstamos cuyos intereses deben pagarse puntualmente.

Con Rubalcaba también ha debatido Rajoy sobre economía, en concreto sobre la reforma laboral que mañana convalidará el pleno de la Cámara y que el jefe de la oposición le ha reprochado que haya aprobado sin diálogo con los sindicatos.

Ha negado la mayor el presidente, porque sí habló en diciembre con los agentes sociales, pero Rubalcaba le ha puntualizado que lo hizo antes de ser elegido presidente; después ha arremetido contra una reforma que en su opinión ha puesto "patas arriba" el mercado laboral y que abarata el despido.

Rubalcaba ha dado a entender que Rajoy "tenía en la cabeza" ese abaratamiento desde siempre, y ha subrayado que la reforma no creará empleo a corto plazo y, cuando llegue la recuperación económica, lo traerá, sí, pero "de mala calidad".

Para Rajoy, las críticas de su oponente se caen de su peso porque el PSOE aprobó dos reformas laborales sin acuerdo sindical, una de ellas con huelga general incluida.

Así que entiende que no se puede decir que una reforma sin acuerdo sindical "está bien" si la hacen los socialistas y mal si la aprueba el PP; además, la última reforma socialista ha sido completamente inútil, ha insistido, porque no ha creado empleo.

También ha respondido hoy Rajoy a una pregunta de la portavoz de UPyD, Rosa Díez, que, alarmada por el "modelo de Estado elefantiástico" que hay en España, ha pedido "refundar el Estado".

"España no puede permitirse 17 de todo", ha alertado, es decir, 17 modelos educativos autonómicos, 17 sistemas sanitarios, etc.

Rajoy le ha reconocido que hay "excesivas duplicidades" en las administraciones, razón por la cual el Gobierno afronta reformas como la supresión de organismos y empresas públicas que próximamente se dará a conocer en un informe para el Consejo de Ministros.

El "cara a cara" entre la socialista Soraya Rodríguez y su tocaya vicepresidenta ha derivado en un debate sobre la confianza pública.

La portavoz cree que el Gobierno no genera confianza sino "miedo", y Sáenz de Santamaría le ha replicado que cuando el Ejecutivo actúa sí ayuda a recuperar la confianza en el país.

Y si Rodríguez ha atacado con el copago sanitario, que está convencida de que se acabará implantando, la vicepresidenta ha evocado a los socialistas que en su día defendieron esta medida.

En cualquier caso, le ha señalado que si el Gobierno "tiene que trabajar tanto para recuperar la confianza es porque el suyo hizo todo lo posible para que todo el mundo la perdiera".

Los aplausos de los "populares" a Sáenz de Santamaría han sido muy entusiastas y más prolongados incluso que los que momentos antes habían dedicado a Rajoy.

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