La crisis ucraniana dejará su huella en la asignación de cargos UE del sábado

  • La crisis política en Ucrania y el enfrentamiento con Rusia marcará la asignación de los dos altos cargos comunitarios que negociarán los líderes europeos este sábado en una nueva cumbre, aunque otros factores como los equilibrios políticos, geográficos y de género serán clave en la decisión.

María Ruiz

Bruselas, 28 ago.- La crisis política en Ucrania y el enfrentamiento con Rusia marcará la asignación de los dos altos cargos comunitarios que negociarán los líderes europeos este sábado en una nueva cumbre, aunque otros factores como los equilibrios políticos, geográficos y de género serán clave en la decisión.

Los jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea (UE) intentarán acordar, tras un intento fallido en julio, el nombre del Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad que sucederá a Catherine Ashton y el del nuevo presidente del Consejo Europeo, que tomará el testigo del belga Herman Van Rompuy.

"La crisis ruso-ucraniana es probablemente la principal cuestión de política exterior a tener en cuenta cuando se considere al nuevo Alto Representante", señaló a Efe el director de Europe Decides, David O'Leary, quien recuerda que fue precisamente este elemento el que impidió el acuerdo en la cumbre de julio.

La candidatura de la ministra italiana de Exteriores, Federica Mogherini, "fue bloqueada en la última cumbre por los países de Europa central y del Este, que la consideraron demasiado blanda con Moscú", indicó.

La elección del jefe de la diplomacia europea resulta especialmente sensible dado el aumento de las tensiones entre Moscú y la UE a raíz de la crisis ucraniana, sobre todo desde el accidente del vuelo MH17 de Malaysian Airlines el pasado 17 de julio, en el que murieron 298 personas -la mayoría holandeses- y que Kiev asegura fue provocado por un misil disparado desde territorio prorruso.

Sin embargo, el nombre de Mogherini vuelve a sonar con fuerza como posible candidata a dirigir la diplomacia europea, un cargo que en realidad es más bien simbólico, puesto que todas las decisiones de política exterior de la UE tienden a tomarse por consenso dado que los países tiene derecho de veto.

Aunque el contexto político siempre juega un papel en el momento de este tipo de nombramientos y puede en efecto complicar la decisión, no es el único elemento a tener en cuenta, ya que también "personalidad, experiencia, afiliación política, nacionalidad y género serán consideraciones clave", explicó O'Leary.

En su opinión, "si Mogherini obtiene un papel en política exterior, entonces casi seguro tendrá que haber un presidente del Consejo Europeo de Europa central o del Este para compensar por la cuestión ruso-ucraniana".

El analista político de Open Europe, Pawel Swidlicki, coincide en que la crisis ucraniana es el mayor reto geopolítico al que se enfrenta la UE, pero recuerda que hay otros asuntos que constituyen una "preocupación acuciante" en la actualidad, como la presión migratoria en el Mediterráneo, que podrían finalmente inclinar la balanza del lado de la candidata italiana.

Swidlicki subraya además que existe una división entre los propios países de Europa central y del Este sobre cómo se debe tratar a Rusia, con Polonia y los países bálticos en una posición mucho más dura por ejemplo que Hungría, Eslovaquia y Bulgaria.

Las cábalas para intentar anticipar lo que ocurra finalmente el sábado se suceden en Bruselas.

Uno de los equilibrios que más atención ha concentrado en los últimos días ha sido el que conseguiría Mogherini (del Partido Socialista Europeo, PSE) como Alta Representante y el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, (del Partido Popular Europeo, PPE) como presidente del Consejo Europeo.

Estos dos candidatos cumplen a la perfección los requisitos que varios líderes europeos consideraron en julio que deberían respetar el jefe de la diplomacia europea y el sustituto de Van Rompuy: ser mujer y socialista, y ser en la actualidad uno de los miembros del Consejo Europeo, respectivamente.

Si Tusk, que contaría con el respaldo de la canciller alemana, Angela Merkel, y del primer ministro británico, David Cameron, no se hiciera con el cargo, también se barajaría el nombre del ex primer ministro letón Valdis Dombrovskis (también del PPE).

"Dombrovskis está todavía sobre la mesa", sostuvo O'Leary. El ex primer ministro, que es candidato a comisario europeo, hizo el año pasado un comentario sobre la independencia de Cataluña por el que España convocó al embajador letón.

En caso de que la fórmula Mogherini-Tusk/Dombrovski no funcione, otra posibilidad sería otorgar la presidencia del Consejo Europeo a la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt (PSE), siempre que se equilibre la ecuación hacia el Este con la búlgara Kristalina Georgieva (PPE) o con el polaco Radoslaw Sikorski.

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