La cumbre dará pasos para garantizar la seguridad jurídica de las inversiones

  • La crisis económica centrará la Cumbre Iberoamericana que se celebrará el 16 y 17 de noviembre en Cádiz, donde se darán nuevos pasos para garantizar la seguridad jurídica de las inversiones con un sistema de arbitraje diseñado por el sector privado para resolver los problemas de las pymes.

Madrid, 5 nov.- La crisis económica centrará la Cumbre Iberoamericana que se celebrará el 16 y 17 de noviembre en Cádiz, donde se darán nuevos pasos para garantizar la seguridad jurídica de las inversiones con un sistema de arbitraje diseñado por el sector privado para resolver los problemas de las pymes.

Tras un año convulso por la expropiación de las acciones de Repsol en la argentina YPF, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, ha subrayado hoy la importancia del acuerdo alcanzado por las propias empresas para favorecer las inversiones.

En la cumbre, ha avanzado en un encuentro con los medios de comunicación, se aprobará además una "carta de transparencia".

Iglesias no ha querido precisar qué jefes de Estado y de Gobierno de los veintidós países iberoamericanos han confirmado su asistencia a la cumbre y ha restado importancia a eventuales ausencias porque, ha subrayado, todos los países estarán presentes de una u otra forma.

A pesar de los rumores sobre la posible ausencia de la presidenta argentina, Cristina Fernández, fuentes del Ministerio de Exteriores señalan que no hay cambios en sus previsiones y que, por el momento, todos los Gobiernos han confirmado su presencia al máximo nivel, salvo Venezuela y Cuba.

Tras la cumbre se creará un grupo de reflexión sobre el futuro de estas reuniones, que previsiblemente dejarán de ser anuales para celebrarse cada dos años, intercaladas con las cumbres bienales que celebra la UE con América Latina.

Iglesias no duda de que habrá acuerdo al respecto, ya que es necesario imponer "un ritmo ordenado" a estas citas.

Tras elogiar el esfuerzo del Gobierno y de la Casa Real para preparar la reunión de Cádiz, ha subrayado el acierto del lema elegido para la cumbre: "Una relación renovada en el bicentenario de la Constitución de Cádiz".

Es el momento, ha destacado, de que la región iberoamericana se coordine en los foros internacionales como el G20 o el Banco Mundial y trabaje de forma conjunta para defender sus intereses.

Las cumbres comenzaron en 1991, cuando España registraba tasas importantes de crecimiento y se ponía fin a los regímenes dictatoriales en América Latina, una región que disfruta hoy de "una coyuntura mucho más favorable que la europea y que ha capeado mejor el temporal de la crisis".

Según Iglesias, es necesario explorar cómo España y Portugal pueden aprovechar las oportunidades que ofrece la región latinoamericana después de haber estado presente en la región durante los últimos treinta años, mientras otros países europeos preferían mirar a Oriente.

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