La cumbre de la UE debatirá una reforma limitada de los tratados

  • Luxemburgo.- La cumbre de líderes de la UE del jueves y viernes debatirá la posibilidad de lanzar una reforma limitada de los tratados comunitarios para dotar a la Eurozona de un mecanismo de rescate financiero permanente e incluir sanciones más duras a lo países que no cumplan la disciplina presupuestaria.

España apuesta por no reformar los tratados de la UE y buscar otras fórmulas
España apuesta por no reformar los tratados de la UE y buscar otras fórmulas

Luxemburgo.- La cumbre de líderes de la UE del jueves y viernes debatirá la posibilidad de lanzar una reforma limitada de los tratados comunitarios para dotar a la Eurozona de un mecanismo de rescate financiero permanente e incluir sanciones más duras a lo países que no cumplan la disciplina presupuestaria.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, podría recibir en esa cumbre un mandato para analizar el lanzamiento de un procedimiento simplificado de reforma, según prevé el propio Tratado de Lisboa.

"La posibilidad de una decisión el jueves está totalmente disponible", dijo hoy en este sentido el ministro belga de Exteriores, Steven Vanackere, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la Unión.

Los ministros comunitarios de Exteriores debatieron esta posibilidad con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, durante una reunión que mantuvieron en la noche del domingo, protagonizada por una discusión sobre esta posibilidad.

Vanackere recalcó que, tras esa discusión, quedó claro que "nadie quiere abrir los Tratados para un cambio fundamental que no esté en relación" con el objetivo de "dar un anclaje jurídico" a las propuestas económicas del grupo que ha dirigido Van Rompuy.

El ministro belga insistió en que "hay diferentes vías para cambiar los tratados".

Vanackere admitió que "hay diferentes posturas" entre los Veintisiete, si bien la discusión de anoche permitió que varios países "entiendan mejor" la idea de un "alcance limitado" de una hipotética reforma.

La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, se pronunció por su parte en contra de "un procedimiento complejo de revisión de tratados", lo que no descarta a priori una revisión simplificada.

El cambio de los tratados es necesario especialmente porque Alemania insiste en que se apruebe la retirada del voto en la UE a los países que más incumplan sus compromisos presupuestarios.

"Las sanciones que tenemos ahora no son suficientes. Necesitamos más disciplina", afirmó el ministro alemán, Guido Westerwelle, quien insistió en que sería "justo" que un Estado miembro pierda su derecho de voto si no cumple ciertos criterios.

El secretario de Estado francés para los Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, defendió hoy la reforma del Tratado que propugnan el presidente galo, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, con el fin de incluir sanciones todavía más duras y dotar a la Eurozona de un mecanismo de rescate financiero permanente.

Lellouche reconoció que hay países "preocupados" ante una reapertura del Tratado, pero recordó que el propio texto permite un procedimiento simplificado que puede facilitar los cambios.

Ante el malestar que el mensaje de Merkel y Sarkozy ha despertado en otros gobiernos europeos, Lellouche subrayó que "Francia y Alemania están unidas en favor de la zona euro, que sólo sobrevivirá si hay reglas más claras y un sistema de estabilización permanente".

"No son grandes contra pequeños ni pequeños contra grandes. No hay voluntad de imponer nada", dijo el secretario de Estado francés en respuesta a las críticas vertidas por, entre otros, el ministro de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, quien hoy aseguró que el acuerdo franco-alemán ofrece "un sentimiento muy malo" al resto de países.

Una fuente diplomática señaló más claramente que la cumbre de jefes de Estado y Gobierno que comienza el próximo jueves en Bruselas podría tomar una decisión a favor de comenzar el proceso de revisión simplificada, después de que en la noche del domingo "quedó claro que no es necesaria" una amplia modificación.

La modificación de los tratados, incluso si es limitada, exige la ratificación de los Veintisiete miembros de la UE, lo que causa temor en muchas capitales comunitarias, temerosas de revivir el tormentoso proceso de ratificación que atravesó el Tratado de Lisboa, que finalmente entró en vigor el 1 de diciembre pasado.

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