La Cumbre de Seúl busca llevar a la acción el compromiso en seguridad nuclear

  • La II Cumbre de Seguridad Nuclear, que arranca mañana Seúl con más de 50 líderes, pretende plasmar en planes concretos la determinación internacional de prevenir el terrorismo atómico, suscrita en la edición inaugural de Washington 2010.

Seúl, 25 mar.- La II Cumbre de Seguridad Nuclear, que arranca mañana Seúl con más de 50 líderes, pretende plasmar en planes concretos la determinación internacional de prevenir el terrorismo atómico, suscrita en la edición inaugural de Washington 2010.

En aquella primera cita 47 gobiernos y tres organizaciones (ONU, UE y OIEA) adoptaron una declaración no vinculante de doce puntos resumidos en la promesa de promover "el fortalecimiento de la seguridad nuclear global a través del dialogo y la cooperación con todos los Estados".

Entre los escasos acuerdos concretos sellados en 2010 destaca el pacto entre EEUU y Rusia para deshacerse de al menos 34 toneladas de excedente de plutonio altamente refinado, suficiente para producir 17.000 armas nucleares.

Los participantes de la Cumbre de Washington calificaron entonces el terrorismo nuclear como uno de los mayores peligros globales y prometieron esforzarse para impedir que grupos como Al Qaeda consigan uranio o plutonio altamente enriquecidos.

En esta línea, encontrar vías para proteger las instalaciones y materiales nucleares de la amenaza terrorista es el principal objetivo de la Cumbre de Seúl, que contará con jefes de Estado, de Gobierno o ministros de 53 países y líderes de las tres organizaciones internacionales de la primera edición, más Interpol.

La agenda de la Cumbre de Seguridad Nuclear 2012 incluye tres temas principales: Medidas de cooperación para combatir la amenaza del terrorismo atómico, proteger los materiales e instalaciones relacionadas y prevenir el tráfico ilícito de material nuclear.

En un ámbito más específico, los países buscarán acuerdos para promover la sustitución de reactores de uranio altamente enriquecido por otros de uranio de bajo enriquecimiento y prevenir que los terroristas accedan a sustancias radiactivas para fabricar las conocidas como "bombas sucias".

Se espera que el llamado Comunicado de Seúl que salga de la cumbre incluya pasos concretos para poner en práctica la declaración de intenciones formulada hace dos años en Washington.

Los planes de acción incluirán la cooperación entre gobiernos para salvaguardar el material radiactivo y evitar su tráfico ilícito, al tiempo que buscarán nuevas sinergias entre la prevención de terrorismo nuclear y la seguridad en las instalaciones de uso civil.

Se prevé que el texto final invite también a los gobiernos a adherirse a la Convención Internacional para la Represión de Actos de Terrorismo Nuclear y la Convención de la Protección Física de Materiales Nucleares, los dos grandes tratados internacionales en la materia.

Instará, además, a los mandatarios a elevar su apoyo a las actividades del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la principal entidad global del sector y representada en la cumbre por su director, Yuyika Amano.

Durante la reunión se analizará también el estado de diferentes proyectos y acuerdos, entre ellos la Iniciativa Global contra el Terrorismo Nuclear (IGTN), lanzada en 2006 por EEUU y Rusia para mejorar los instrumentos de cada país para prevenir eventuales ataques con materiales atómicos, y de la que España es coordinadora.

En paralelo a la cumbre tendrán lugar numerosos encuentros bilaterales que tocarán otras cuestiones importantes sobre seguridad nuclear no presentes en la agenda, como los programas atómicos de Irán y Corea del Norte, cuyos gobernantes no asisten a la cita de la capital surcoreana.

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