Barcelona, 23 abr.- La defensa de Manuel Moreno, el acusado de encargar el asesinato de su jefe Félix Martínez Touriño, ha pedido hoy su absolución con el argumento de que no ordenó que le mataran, sino que se limitó a pagar para que le asustaran, y que incluso le pegaran algún golpe, por sus desavenencias profesionales.
En la Audiencia de Barcelona se ha iniciado hoy el juicio por el "crimen de Santaló", si bien la demora en la elección de los nueve integrantes del tribunal popular y la multiplicidad de partes personadas han obligado a posponer hasta mañana el interrogatorio a los cinco acusados, y únicamente se han leído los escritos de la fiscalía, las acusaciones y las defensas.
Por el crimen del entonces director del Centro de Convenciones de Barcelona (CCIB) Félix Martínez Touriño, ocurrido en febrero de 2009 en la calle Santaló de Barcelona, la Fiscalía ha sentado en el banquillo a cinco personas con distintos grados de implicación en el asesinato, entre ellos el sicario novel que mató a Touriño y el presunto inductor, para quienes pide penas de 25 años de cárcel.
En su escrito, el abogado defensor de Manuel Moreno ha pedido la absolución del supuesto inductor al esgrimir que no ordenó su asesinato, sino que sólo se puso en contacto con dos colombianos para que asustaran a su jefe por algunas desavenencias profesionales que tenían, con la orden de que "si se ponía tonto, le dieran algún golpe".
La defensa de Manuel Moreno alega en su escrito que, en contra de lo que sostiene la fiscalía, el acusado no se vio sorprendido por el anuncio de que le iban a despedir, ya que incluso esta situación le favorecía, porque podría cobrar una indemnización y centrarse en un nuevo proyecto que estaba poniendo en marcha, con el conocimiento de sus superiores.
Sin embargo, sí ha admitido que tuvo discrepancias profesionales con Touriño, por lo que le pidió a su cuñado, el también acusado Sahid S.Z., que intermediara con su jefe para pacificar la situación.
Con el estado de ánimo afectado por estas discrepancias, según la defensa, Moreno encargó a través de su cuñado a los colombianos Jorge Andrés M.G. y a Yader J.C.H. que le dieran un susto a Touriño, aunque en ningún caso ordenó que le mataran.
Por su parte, la defensa del sicario novel Jorge Andrés M.G., que ya confesó durante la fase de instrucción haber cometido el crimen, rebaja la petición fiscal de 25 años a tan sólo 10 años y medio porque alega que éste no tuvo más remedio que disparar a la víctima ya que tenía miedo de que si no cumplía con el encargo de matar le matarían a él o harían daño a su familia, como cree que ocurre en estas situaciones en su país.
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