La fiscalía pide 40 años de cárcel para el presunto asesino de Benito Múgica

  • San Sebastián.- La Fiscalía de Guipúzcoa pide penas que suman 40 años de cárcel para el presunto autor de la muerte de Benito Múgica Illarramendi, quien falleció apuñalado el 16 de agosto de 2008 en su vivienda de Lasarte-Oria a la que, supuestamente, el acusado prendió fuego tras cometer el crimen.

San Sebastián.- La Fiscalía de Guipúzcoa pide penas que suman 40 años de cárcel para el presunto autor de la muerte de Benito Múgica Illarramendi, quien falleció apuñalado el 16 de agosto de 2008 en su vivienda de Lasarte-Oria a la que, supuestamente, el acusado prendió fuego tras cometer el crimen.

La muerte de Benito Múgica, de 60 años y padre de una hija, causó gran conmoción en Guipúzcoa, ya que era una persona muy conocida en los ámbitos deportivos de la provincia.

En el año 2003 había sido distinguido con el Premio Euskadi del Deporte a la Promoción, Formación y Dedicación, que recibió de manos del entonces lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Además, Múgica había sido seleccionador de Euskadi en varias categorías inferiores de esta disciplina deportiva, y ejerció el cargo de director técnico de la Federación Guipuzcoana de Balonmano que le concedió su insignia de oro a título póstumo y organizó varios partidos de homenaje tras su muerte.

El fallecido trabajó también como profesor de Educación Física en el Colegio La Salle de San Sebastián.

Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Efe, el crimen ocurrió sobre las 22:00 horas del 16 de agosto de 2008 en el domicilio de la víctima, donde el presunto asesino, que entonces tenía 24 años, "le ató de pies y manos" con unas "bridas de plástico", tras lo que le "amordazó" y le "vendó los ojos" con unos trapos.

El documento de la Fiscalía aclara que, "manteniendo" al fallecido "inmovilizado de este modo", el procesado "empuñó" un arma blanca de más de diez centímetros de longitud que llevaba consigo y, "con intención de quitarle la vida provocándole al tiempo un intenso sufrimiento físico", le asestó 23 puñaladas, "cinco de ellas en la cara, dos en el cuello, cuatro en el pecho, una en el brazo izquierdo y once en el abdomen".

Una de las cuchilladas asestadas en el pecho, "de diez centímetros de profundidad, alcanzó su corazón causándole la muerte", precisa el texto.

"A continuación -prosigue el documento de la Fiscalía-, el acusado roció con alcohol una butaca, le prendió fuego con una cerilla y el incendio se propagó de forma ilimitada, causando abundante humo que se extendió por todo el inmueble", un bloque de viviendas situado en la plaza Urdaburu de Lasarte-Oria.

La Fiscalía de Guipúzcoa considera que estos hechos son constitutivos de un delito de asesinato con las agravantes de alevosía y ensañamiento y otro de incendio, por los que solicita penas que suman 40 años de cárcel para el encausado.

El Ministerio Público pide asimismo que el procesado indemnice con 150.000 euros a la hija del fallecido y con 10.732 al propietario del inmueble en el que residía la víctima por los desperfectos ocasionados en el domicilio.

La acusación particular, que ejerce la familia del asesinado, eleva la petición de la Fiscalía hasta los 42 años de prisión.

El presunto autor del asesinato fue detenido el 6 septiembre de 2008, después de una investigación en la que, según informó entonces el departamento vasco de Interior, la Ertzaintza fue descartando sospechosos gracias a rastros de ADN y dactilares, además de otras evidencias obtenidas por los forenses.

Un análisis "minucioso" de la actividades de la víctima y de las llamadas telefónicas realizadas acabó cerrando el cerco en torno al supuesto responsable del crimen, que carecía de antecedentes penales.

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