La FVT recoge en un informe la situación de los 45 asesinatos de ETA en Álava

Vitoria, 7 abr.- Un informe de la Fundación de Víctimas del Terrorismo (FVT), encargado por la Diputación de Álava, recoge en qué situación se encuentran los 45 asesinatos cometidos por ETA en esta provincia, de los cuales 18 están todavía sin aclarar judicialmente.

La presidenta de la FVT, Mari Mar Blanco, y el diputado general de Álava, Javier de Andrés (PP), han presentado hoy este trabajo, en el que junto con la historia de cada uno de los asesinatos, se detalla cuáles de ellos están resueltos con sentencia judicial y cuáles siguen sin esclarecer.

Blanco ha explicado que este informe es consecuencia del estudio que hizo en 2010 su Fundación en colaboración con la Audiencia Nacional, en el que se detalla que se desconoce el nombre de los terroristas que han causado la muerte de 300 personas en España.

En este estudio se relata cómo el primero de los asesinatos en Álava, el del taxista Germán Aguirre, se produjo en 1975 en Villarreal, mientras que el último fue el del guardia civil Juan Manuel Piñuel, en 2008.

"Las víctimas necesitamos conocer al detalle todos los asesinatos de ETA", ha defendido Blanco, quien ha dejado claro que todavía queda "mucho por hacer" en ese camino que ayudará a "impedir que ETA reescriba su relato del terror tergiversando la realidad".

En este sentido, ha llamado la atención sobre el hecho de que "18 familias (en Álava) no han recibido la reparación básica de la justicia" y, por ello, se sienten en una situación de "desamparo incalculable".

"A día de hoy conocemos los nombres y apellidos de todas las víctimas, pero no conocemos los de todos los victimarios. Queda camino por recorrer para conocer la verdad y hacer justicia. Es necesario poner nombres a los asesinos. Verdad y justicia van unidas y son necesarias para evitar una impunidad inasumible en un Estado de derecho", ha insistido.

De Andrés ha opinado por su parte que en Álava hay "más de uno, de dos y de tres", que conocen la identidad de los miembros de ETA que cometieron los asesinatos sin esclarecer, a los que ha instado a colaborar con la Justicia.

Que lo hagan o no es, a su juicio, "un indicativo de cuál es la voluntad real de reconocer el daño causado".