La gestión de la basura, "pesadilla" de Bildu en Gipuzkoa

  • Gipuzkoa vive hace varios meses una "rebelión" ciudadana que amaga con convertirse en una "pesadilla" para Bildu, una formación que tras su convulsa trayectoria política y judicial contempla cómo parte de sus votos pueden perderse por su gestión de las basuras del territorio.

Mercedes Zabaleta

San Sebastián, 27 abr.- Gipuzkoa vive hace varios meses una "rebelión" ciudadana que amaga con convertirse en una "pesadilla" para Bildu, una formación que tras su convulsa trayectoria política y judicial contempla cómo parte de sus votos pueden perderse por su gestión de las basuras del territorio.

El punto de inflexión en esta contestación ha sido el rotundo rechazo al sistema de recogida de residuos "puerta a puerta" (PaP) que expresó el pasado fin de semana la localidad de Legazpi en una consulta ciudadana.

La consulta, que es la fórmula que Bildu ha defendido en prácticamente todos los ámbitos, podría extenderse a otros municipios, muchos de los cuales podrían manifestarse contrarios a los postulados de la izquierda abertzale sobre la recogida de residuos.

El referéndum de Legazpi, el primero que se produce en un municipio guipuzcoano antes de implantar el PaP, no contó con el beneplácito del ayuntamiento, gobernado por Bildu, que no participó y lo calificó de "poco serio" y "carente de legitimidad".

Los datos reflejaron que 3.599 personas, un 50,6 % del censo, están en contra del PaP, una cifra que supera en 1.500 a los que dieron su apoyo a Bildu en las elecciones municipales de 2011, en las que obtuvieron 2.002 votos. En los comicios autonómicos de octubre de 2012 los votos para Bildu en Legazpi fueron 1.639.

La coalición experimentó en las pasadas elecciones autonómicas una pérdida de 17.110 votos en Gipuzkoa, donde superó al PNV por tan solo 640 sufragios, un descenso que la oposición atribuye en parte a la gestión de las basuras.

El portavoz de la coordinadora de las diecisiete plataformas contrarias al PaP de Gipuzkoa, Patxi Amantegi, ha señalado a Efe que los resultados en Legazpi confirman que las firmas recogidas en los pueblos (75.000 en todo el territorio) contra este sistema se "han visto ratificadas en las urnas".

La rebelión ciudadana comenzó con la recogida de firmas iniciada en Zarautz, a la que siguió la convocatoria de manifestaciones, como la celebrada en Legazpi el pasado mes de noviembre que reunió a cientos de personas.

Poco después el colectivo de Bergara hizo un llamamiento a los vecinos para que colgaran bolsas de basura en las ventanas y balcones a modo de protesta, una iniciativa que ha tenido continuación en otros municipios.

El sistema puerta a puerta, que en España se había implantado por primera vez en la localidad catalana de Tiana en 2000, se inauguró en Gipuzkoa en Usurbil en marzo de 2009 y un año después se puso en marcha en Hernani. En la actualidad son nueve los municipios en los que se implantado y está previsto que este año se complete en otros veinticinco.

No obstante, la creciente oposición ciudadana ha llevado a algunos ayuntamientos de Bildu, como los de Zumaia o Elgeta, a acordar otras soluciones, como el quinto contenedor con chip, un sistema que garantiza el control de los hábitos de los vecinos, pero no les obliga cada día a sacar un tipo concreto de residuos.

Mientras se decide la forma en la que se recogerán las basuras, en Gipuzkoa siguen paralizadas las obras de la incineradora que estaba previsto construir en Zubieta y cuya capacidad era de 260.000 toneladas anuales de basura.

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