Madrid, 15 dic.- El Partido de la Izquierda Europea (PIE) ha clausurado hoy su IV congreso con el reto inequívoco de romper las "fronteras neoliberales" impuestas por socialdemócratas y conservadores y ha apostado para ello por una ejecutiva continuista y un "símbolo" ilusionante, el líder de Syriza, Alexis Tsipras.
Él ha sido el elegido, con el apoyo del 81,4 por ciento de los delegados, como candidato a la presidencia de la Comisión Europea para las elecciones de 2014, una candidatura que no es sólo un símbolo para el pueblo griego y los pueblos del sur, que "tanto han sufrido" en esta crisis, sino para toda Europa.
Lo ha dicho el propio Tsipras tras asumir este nuevo papel para hacer visible un proyecto que representa, a su entender, la alternativa contra el "genocidio económico".
Los límites de la Unión Europea, ha subrayado, no son geográficos, sino "ideológicos y programáticos", y son los que hay que romper en las próximas elecciones europeas, ha dicho el líder de la segunda fuerza griega, Syriza, que ha llamado a dar la batalla contra ese modelo "de la pobreza y de la destrucción de los derechos sociales".
La nueva ejecutiva salida del congreso apuesta claramente por la continuidad y de hecho repiten la mayor parte de sus cargos, entre ellos el presidente, Pierre Laurent, que se presentaba al frente de una candidatura unitaria, y que ha sido respaldado por el 78,6 por ciento de los 350 delegados.
Igualmente repiten los vicepresidentes Maite Mola, del PCE, el propio Tsipras y la eurodiputada portuguesa Marisa Matias, mientras que la cuarta vicepresidenta, la búlgara Margarita Mileva, es el nuevo nombre.
También un respaldo mayoritario ha tenido el documento político que se ha debatido en este congreso y que ha salido adelante con el 93 por ciento de los sufragios emitidos. El documento programático, que incluye la estrategia a los comicios europeos de mayo lo ha respaldado el 86,4 por ciento.
Este alto grado de consenso ha sido destacado por Maite Mola y otros dirigentes del PIE, que han subrayado el espíritu de diálogo y entendimiento que han demostrado tener las 26 fuerzas europeas que integran el partido, que aun teniendo "ideas diferentes" han sido capaces de ponerse de acuerdo "casi al cien por cien".
De este congreso han salido también dos iniciativas de calado para la Izquierda Europea, en primer lugar la celebración de una cumbre sobre la deuda el próximo abril al entender que es necesario buscar una "solución europea" a este problema.
Habrá que discutir, ha explicado Marisa Matias, qué parte de la deuda es legítima -la que corresponde a los Estados por el pago de los servicios que prestan a los ciudadanos- y cuál "ilegítima", la de los bancos.
Después, se verá si se plantea dejar de pagar la deuda que es ilegítima o toda, como plantean algunos partidos miembros.
La otra cita que se ha fijado es la organización del primer Foro Europeo de las Alternativas, en otoño del año que viene, y que tiene el objetivo de sumar fuerzas, también con las organizaciones sociales y sindicales, para buscar entre todos la manera de salir de la crisis con el menor coste social.
Dirigentes y asistentes a este cuarto cónclave, que ha transcurrido con mucha tranquilidad, demasiada incluso, como ha comentado con humor Maite Mola, ha terminado con la sensación para todos ellos de que la Izquierda Europea tiene la "oportunidad histórica" de dar la vuelta a la UE y acabar con las recetas "neoliberales" que no sólo no han permitido superar la crisis, sino que la han agudizado.
Y tienen expectativas, como ha puesto de relieve Alexis Tsipras, de superar ampliamente los 27 eurodiputados que tienen ahora en una Eurocámara de un total de 736, donde la Izquierda Europea está integrada en el grupo parlamentario Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL).
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