El Cairo, 12 may.- El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, pidió hoy a Estados Unidos que intervenga para suspender los planes israelíes de judaizar los alrededores de Jerusalén, dijeron fuentes de este organismo a Efe.
Al Arabi hizo esta solicitud durante una reunión con Philip Gordon, asesor del presidente estadounidense, Barack Obama, para Oriente Medio, el norte de África y el Golfo Pérsico.
Según el secretario general de la Liga Árabe, Israel intenta cambiar las características árabes de Jerusalén e imponer su control total sobre la mezquita de Al Aqsa, situada en la Explanada de las Mezquitas de esta ciudad.
Al Aqsa es la tercera en la jerarquía del islam, tras La Meca y Medina, mientras que la explanada que la acoge es un recinto que los judíos también veneran como el Monte del Templo.
Durante su reunión con Gordon, Al Arabi trató, asimismo, la crisis siria, la situación en Oriente Medio y la transición democrática en Egipto, añadieron las fuentes.
Por otro lado, los enviados permanentes de la Liga Árabe analizaron hoy en una reunión urgente los nuevos proyectos de colonización israelí en Jerusalén y las últimas agresiones israelíes cometidas contra Al Aqsa.
El comunicado final de esta reunión rechaza el intento de Israel de aprobar una ley que permite a los judíos rezar en Al Aqsa y condena la detención del gran mufti de Jerusalén, jeque Mohamed Husein, durante unas horas el pasado miércoles.
Husein fue detenido por la Policía israelí en relación con los disturbios registrados un día antes en la Explanada de las Mezquitas, que estallaron por la visita a la zona de un grupo de judíos.
Los delegados permanentes de la organización panárabe pidieron a la comunidad internacional, a la ONU y a la Unión Europea que asuman sus responsabilidades y pongan fin a las agresiones contra los clérigos.
En este encuentro, Al Arabi pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte un paso político y diplomático serio para obligar a Israel a que detenga sus "continuas agresiones" en los territorios palestinos ocupados.
Los palestinos y la comunidad internacional consideran los asentamientos judíos el principal obstáculo para reactivar el proceso de paz y demandan que Israel cese toda la actividad en el territorio que ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967.
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