La policía antiterrorista asegura que García Montero era la jefa de información de ETA

  • París, 24 mar (EFE).- Ainhoa García Montero fue la jefa de la estructura de información de ETA en 2002 y hasta su detención en mayo de 2003, un periodo en el que la organización terrorista vivió una situación 'bastante difícil' por el arresto de muchos activistas, dijo hoy el policía antiterrorista francés Laurent Hury.

París, 24 mar (EFE).- Ainhoa García Montero fue la jefa de la estructura de información de ETA en 2002 y hasta su detención en mayo de 2003, un periodo en el que la organización terrorista vivió una situación "bastante difícil" por el arresto de muchos activistas, dijo hoy el policía antiterrorista francés Laurent Hury.

En la segunda jornada del juicio en el Tribunal de lo Criminal de París contra García Montero y otros tres presuntos miembros de esa estructura de información de ETA, que como ella fueron arrestados en Saintes (oeste de Francia) el 9 de mayo de 2003, Hury destacó que 2002 y 2003 fueron "años bastante difíciles" para la banda, ya que en ese periodo se desarticularon estructuras básicas.

Así, recordó la caída de las sucesivas direcciones del aparato militar -primero la pareja formada por Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica Goñi y luego su sucesor Juan Ibón Fernández Iradi, "Súsper", con su adjunto Gorka Palacios Alday- lo que redundó en una disminución de la capacidad de ETA para cometer atentados.

El oficial de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) indicó que a finales de 2002 el aparato militar estaba formado por 271 miembros, lo que incluía tanto a los integrantes de los comandos "legales" implantados en España como los que habían huido a Francia.

También contó que, si el presupuesto de esa estructura era de unos 50.000 euros mensuales en 2002, la cifra cayó a 25.500 euros mensuales en 2004 (no hay datos de 2003) e insistió en que el 95% de ese dinero procede de la extorsión de empresarios mediante el conocido como "impuesto revolucionario".

En el proceso iniciado ayer en París se juzga a los cuatro encausados por su actividad en Francia.

Además, tanto García Montero como Aitor García Justo tienen pendientes demandas de extradición españolas, que han recibido luz verde de la Justicia francesa.

En el caso de la primera, se refieren a acusaciones por su actividad en el comando Buruntza, al que se atribuyen atentados en los que fueron asesinadas siete personas en 2000 y 2001.

Hury dedicó una buena parte de su exposición a describir la estructura y la historia de ETA, "una de las organizaciones (terroristas) más estructuradas del mundo" y con formas "paramilitares", cuya acción ha causado hasta ahora "827 muertos".

Sobre la estructura de información que lideraba García Montero, conocida entonces como los "pianistas" y más tarde como "infoak", precisó que su función es recoger, centralizar y "ofrecer información pertinente a los líderes de la organización" para que decidan su estrategia y, en particular, los objetivos de atentados.

"El objetivo último es la recogida de información para servirse de ella", destacó el agente, tras precisar que desde 2000 esta unidad había recurrido de forma sistemática a la informática para su trabajo.

Una parte de la sesión de la tarde se dedicó al repaso de la biografía de los cuatro encausados, para lo que sólo se prestó Thierry Idiart, el único que comparece libre -está bajo control judicial desde mayo de 2007- y el único con nacionalidad francesa.

Los otros tres sólo hablaron en euskera al ser interrogados, en protesta porque el tribunal ha dispuesto para ellos un intérprete en español.

No obstante, la defensa presentó un primer testigo, Gaizka Aranguren, hermano de uno de los acusados, Asier Aranguren.

El testigo, que se presentó como periodista, dijo que quería hacer "una reflexión pública" sobre las "referencias", los "sentimientos" y "el imaginario" para entender que su hermano se encuentre en la que es su situación.

Para ello, se remontó al Reino de Navarra en la Edad Media y a la historia del abuelo de ambos, que, tras haber "luchado contra Franco" en "el servicio auxiliar del Ejército vasco" durante la Guerra Civil, pasó cuatro décadas exiliado en Sudamérica.

También se refirió al padre, quien murió en enero y que estuvo encarcelado por su vinculación con una editorial abertzale, y a los dos hermanos, que pasaron por prisión condenados por insumisión.

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