La policía juzgado por matar a un perro dice que lo hizo para "evitar mal mayor"

Granada.- El policía local acusado de matar de un disparo a un perro en La Puebla de Don Fadrique (Granada) ha reconocido hoy ante el juez los hechos, aunque ha dicho que lo hizo "para evitar un mal mayor", como que atacase a algún niño o provocase algún accidente, tras recibir varias quejas

"Para mí eso no fue un maltrato, fue un sacrificio", ha señalado a preguntas del abogado de la acusación particular, ejercida por la asociación contra el maltrato animal "El Refugio", durante la vista oral que ha tenido lugar hoy en el Juzgado de lo Penal 3 de Granada.

El acusado ha especificado que el perro estaba "completamente muerto" cuando lo metió en un saco para tirarlo a un contenedor, pues murió "instantáneamente" tras el tiro que efectuó con un arma reglamentaria, si bien la acusación particular ha mantenido que fue con una escopeta para la que tenía licencia como cazador.

"Me encantan los animales", ha dicho el procesado, quien, según su testimonio, tenía "orden de intentar capturarlo" como después ha corroborado el alcalde del municipio, Jesús Amurrio (PSOE), quien ha declarado como testigo para señalar que "nadie respondía por el perro", un animal pequeño, de raza pequinés, que no tenía dueño reconocido y que deambulaba por el pueblo asustando a los vecinos.

También han declarado como testigos los familiares del supuesto dueño del perro, que vivía en Elche cuando sucedieron los hechos el 12 de mayo de 2009, día en que el procesado se encontraba de servicio y circulaba en un vehículo oficial por una calle en la que se encontraba durmiendo el perro.

Dos de estos familiares pudieron escuchar el tiro del policía local y han manifestado que alimentaban al can, que murió en la puerta de su casa, aunque han reconocido que estaba normalmente en la calle.

"Yo al perro lo veía muy cariñoso", ha dicho el abuelo del supuesto dueño del perro, quien estaba en la puerta de su casa cuando tuvo lugar el suceso.

Un agente del Seprona ha declarado por videoconferencia que el perro presentaba un "orificio de entrada y salida" de la bala, por lo que podría haber causado daños a terceros que hubieran pasado por el lugar, situado en una de las últimas casas del pueblo.

Un par de vecinas del pueblo han reconocido por su parte que iban con piedras en los bolsillos para defenderse del perro cuando las asustaba.

El Ministerio Público ha mantenido los cargos contra el acusado con una petición de cuatro meses de prisión e inhabilitación especial durante un año para ejercer como policía por la comisión de un delito de maltrato a animales.

"Pegarle un tiro fue algo muy deplorable" que "podría haberse evitado", ha manifestado la fiscal, quien ha planteado como alternativa, si el magistrado no considerara probado este delito, el pago de una multa de 300 euros por una falta de daños.