Casi 5 millones de personas

La España que no puede permitirse unas vacaciones: "Llevo 20 años sin irme"

El 10% de la población española no podrá disfrutar de un periodo mínimo vacacional en todo el año. Algunos ciudadanos en esta situación explican a La Información las condiciones que provocan esta brecha. 

Facturar una maleta en un avión
Facturar una maleta en un avión
©️[baona] a través de Canva.com

Casi cinco millones de españoles no se irán ni una semana de vacaciones este año, o lo que es lo mismo, la suma de la población total de Euskadi y Galicia no tiene ingresos suficientes para costearse un mínimo periodo vacacional. Estos son los datos que arroja un estudio publicado recientemente por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), donde España se sitúa como el segundo país en el viejo continente con más personas que no se pueden costear unas vacaciones, tan solo por detrás de Italia. En total, en la Unión Europea hay 35,42 millones de personas en esta situación, de los cuáles 7,09 millones son italianos, 4,77 millones son españoles y 4,37 millones son de origen alemán.

La comparativa con el país germano destaca sobre el resto, ya que su población duplica la española, pero aún así sigue por debajo en el ránking de estadísticas. En porcentaje, los datos señalan que un 10% del total de la ciudadanía en España no puede irse de vacaciones. Además, el informe de la CES señala que suponen el 62,8% de las personas que tienen ingresos inferiores al 60% del salario medio, incluidos asalariados, desempleados y pensionistas. Este grupo está compuesto por gente muy variada, cuya situación personal se ha ido agravando progresivamente o de forma repentina a causa de la crisis del coronavirus. "Todo el mundo piensa que nunca le va a tocar pasar por una situación así, hasta que de repente te ves en la calle y sin trabajo", declara Sandra a La Información, una mujer de 38 años que lleva 6 sin poder permitirse unas vacaciones.

El informe de los sindicatos europeos es claro: "El 28% de los ciudadanos de la Unión Europea no pueden permitirse pasar una semana de vacaciones fuera de casa". Además, el estudio alerta que la desigualdad vacacional en España se ha elevado en 1,7 puntos en los últimos 10 años entre el colectivo de trabajadores que gana más del 60% del salario medio y el que gana menos, hasta los 37 puntos porcentuales de diferencia. Así, Vicente, un madrileño de 63 años, explica que en su situación no entra en sus planes poder irse unos días con su pareja: "Las vacaciones no son algo en lo que pensemos, porque tenemos otras necesidades más importantes que cubrir".

Así, entre los casi cinco millones de españoles que se quedarán en sus casas durante todo este año existen personas muy diversas. Desde madres solteras a mujeres con estudios y formación, pasando por parejas tanto jóvenes como mayores. El denominador común es una situación laboral marcada por la precariedad, que en muchos casos se ha visto agravada por la crisis del coronavirus. Estas son algunas de las historias contadas a La Información por parte de este sector de la población, en repetidas ocasiones invisibilizado o incluso menospreciado de forma injusta. 

Verónica, 43 años, empleada de limpieza: "Desde que nació mi hija no he podido irme de vacaciones" 

Verónica, una de las cinco millones de personas que no se puede permitir unas vacaciones
Verónica, una de las casi cinco millones de personas que no se irá de vacaciones.

La Información

Verónica vive con su madre, jubilada, y su hija de 5 años en el madrileño barrio de Nueva Numancia, en el distrito de Vallecas. A sus 43 años, está divorciada y trabaja en el equipo de limpieza de un complejo de oficinas, al que acude de 5 a 7 de la mañana y recibe una retribución de 250 euros al mes. Entre la pensión de la abuela y la paga "mínima" que envía el padre de la menor, los ingresos mensuales para salir adelante las tres se sitúan entorno a 750 euros. Verónica denuncia que no puede optar a las ayudas como el Ingreso Mínimo Vital por tener un empleo, "a pesar de que con el dinero que gano no puedo ni cubrir nuestras necesidades más mínimas", declara.

Al ser preguntada por las vacaciones, recuerda con nostalgia que le gustaba ir a Benidorm, pero hace mucho tiempo que ya no es factible: "Desde que nació mi hija no he podido irme de vacaciones. Ella solo ha estado una vez en la playa, cuando se la llevó mi familia hace unos años. A veces hay suerte y nos sobra algo de dinero, pero lo utilizamos para comprar medicinas o ropa para ella". Además, Verónica explica que "nunca se había imaginado estar en esta situación", pero lucha a diario por cambiarla, ampliando su formación con cursos educativos que le abran nuevas puertas en el mundo laboral. 

Sandra, 38 años, licenciada en Arte Dramático: "La pandemia ha empeorado drásticamente mi situación"

Sandra, una de las cinco millones de personas que no se puede permitir unas vacaciones
Sandra, una de las casi cinco millones de personas que no se irá de vacaciones.
La Información

Sandra, licenciada en Arte Dramático, llevaba varios años trabajando como coordinadora de exposiciones para una empresa externa del Museo Reina Sofía, hasta que llegó la pandemia y despidieron a todos los empleados, que se quedaron sin derecho a recibir el ERTE. Pasaron algunos meses hasta que le desahuciaron del piso en el que vivía en Aranjuez tras no poder pagarlo. Después, encontró trabajo como cuidadora interna de una mujer con alzhéimer, hasta que hace dos semanas un brote psicótico obligó a la familia a internarla en un centro, dejando de nuevo a Sandra sin empleo y sin hogar. "Desde entonces estoy sin casa, durmiendo en salones de amigas que me dejan un sofá", declara. 

Sin embargo, recientemente ha encontrado trabajo como técnica de empleo y educación en una asociación. "Ahora tengo trabajo, pero no tengo casa". A sus 38 años, señala que lleva 6 sin poder irse de vacaciones y recuerda que la última vez se fue a Las Negras, Almería. Además, critica la invisibilización que sufren las personas en su situación frente al resto de la sociedad: "Es importante tener conocimiento de que somos muchas las que vivimos en estas condiciones. Se suele asociar a sectores de población más vulnerables, en ocasiones incluso con problemas de adicciones, pero la realidad es otra y esto le puede tocar a todo el mundo". 

Lourdes, 34 años y tres hijos : "¿Vacaciones? No sé muy bien qué es eso"

Lourdes, una de las casi cinco millones de personas que no se irá de vacaciones.
Lourdes, una de las casi cinco millones de personas que no se irá de vacaciones, prefirió no mostrar su rostro. 
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Lourdes vive en casa con sus tres hijos y se encuentra actualmente en paro. En ocasiones le llaman para trabajar como cuidadora de un hombre mayor, pero de forma muy intermitente. De lo que sea capaz de ingresar Lourdes depende económicamente toda la familia. Tras ser preguntada por las vacaciones, se ríe irónicamente mientras responde "no sé muy bien qué es eso". Además, declara que "la última vez que vi la playa fue hace 10 años, cuidando a un anciano durante sus vacaciones"

A pesar de las dificultades que tiene que afrontar a diario, Lourdes no pierde la esperanza y sueña con poder llevar a su familia a Marina D'Or. Durante la pandemia, que le dejó sin trabajo, aprovechó para sacarse el título de socio-sanitario, a pesar de las enormes dificultades que le supuso: "Cuando se pasó a la modalidad online era muy complicado. Sin internet ni ordenador en casa, con el móvil no se podían seguir las clases apenas". Por último, admite que vive con un "estrés constante y muy saturada", pero asegura que tiene muy claro "que no se va a rendir" hasta lograr sacar adelante a los suyos. 

Marisol, 61 años, y Vicente, 63 años: "Las últimas vacaciones fueron hace 20 años y porque nos tocó un bingo"

Marisol y Vicente son una pareja que vive en una vivienda de protección oficial en Madrid y han preferido no mostrar su rostro. Ella declara que lleva más de quince años sin trabajo y, tras un durísimo periodo en el que se quedó sin casa y tuvo que vivir en la calle, se ríe cuando se menciona la palabra vacaciones: "Por lo menos hace 20 años que no me puedo ir a ningún lado. La última vez me fui con mi exmarido y porque le tocó un bingo" pronuncia al otro lado del teléfono recordando su estancia en Lloret de Mar, en la Costa Brava. 

Ambos sobreviven con el Ingreso Mínimo Vital que recibe Vicente, a la espera de que le aprueben la ayuda también a Marisol. Él trabajaba en un restaurante hasta que con la llegada de la pandemia se quedó en paro: "Con los 500 euros de la ayuda no nos da para llegar a fin de mes. Las vacaciones no son algo en lo que pensemos, porque tenemos otras necesidades más importantes que cubrir".

Así, las vacaciones están en muchas ocasiones percibidas como un aspecto 'normal', asumido por la sociedad como algo que todos los ciudadanos tienen la oportunidad de vivir. Sin embargo, la realidad no es así y muestra como las situaciones de muchas personas son muy complejas, más aún si cabe tras la pandemia. Un 10% de la población española no se irá de vacaciones este año y, por desgracia, no es ni el primero ni el último que les tocará vivir de esta forma. 

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