España ocupa los primeros lugares e incluso lidera buena parte de las clasificaciones internacionales que evalúan las bondades de los diferentes sistemas sanitarios a partir de parámetros como la atención, la calidad de los hospitales o la esperanza de vida. Uno de los últimos ránkings publicados, el Bloomberg Healthiest Country Index, que incluye a 169 economías mundiales, coloca a nuestro país en el primer lugar del podio sanitario, por delante de Italia, Islandia -segundo y tercero-, Japón, Suiza, Suecia, Australia, Noruega o Israel.
La buena percepción internacional coincide plenamente con la que tienen los españoles, que se consideran muy satisfechos con el funcionamiento de la sanidad pública y a la que que califican, de media, con un 6,57. Pese a todo, se aprecian diferencias significativas dependiendo de la comunidad en la que residen, siendo los aragoneses (7,28) y los asturianos (7,21) los que mejor nota ponen al sistema y los andaluces (6,15), los que se muestran más insatisfechos.
Los datos forman parte del último Barómetro Sanitario realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social entre los meses de marzo y octubre de 2018. El amplio estudio, que incorpora 7.800 entrevistas, muestra la opción clara de los ciudadanos por la sanidad pública, sobre todo para tratar tumores o para realizar operaciones con alto riesgo, como la de fémur, en la que una intervención rápida -antes de 48 horas- determina mejores resultados y evita complicaciones que pueden causar la muerte.
En esta línea, el último ObservatoriodeResultados del Servicio Madrileño de Salud: Hospitales dejaba patente la eficiencia y rapidez de los grandes centros públicos de la comunidad -los de alta complejidad- en operaciones de este tipo, fundamentalmente en La Paz, en la que ocho de cada diez pacientes ingresados con una fracturadecadera eran intervenidos durante lasprimeras48horas, lo que evitaba un buen número de problemas posteriores.
Las ventajas de la sanidad privada
La macroencuesta del Ministerio de Sanidad destaca entre las razones por las que los españoles optan por un seguro privado la rapidez en la atención frente al sistema público. Uno de cada siete lo consideran determinante, mientras que un 37% valora que en la sanidad privada no sea necesario pedir consulta al médico de cabecera para acudir al especialista. Según el Barómetro, solo un 5% de las ciudadanas suscribió una póliza privada para ser atendida durante el parto, mientras que apenas un 15% los encuestados lo hizo porque consideraban que presta mejor servicio o porque ofrece servicios 'extra'.
Entre los problemas que los españoles detectan en la sanidad pública y que aseguran que deberían ser solucionados apuntan, como el fundamental, las listas de espera para ser atendidos, casi un 87%, y la congestión de los servicios de urgencias hospitalarios, el 67,7%. Mientras, el copago farmacéutico aprobado el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y que el de Pedro Sánchez no ha conseguido eliminar, se convierte en el tercer gran problema para los ciudadanos.
Entre los aspectos susceptibles de mejora en los diferentes servicios asistenciales, los encuestados identifican, fundamentalmente, los relacionados con los tiempos de acceso a los diferentes servicios sanitarios. Así, uno de cada tres españoles admite que ha tardado más de un mes en poder ser visto por un especialista, mientras que menos de la mitad -47,7%- aseguró que recibió citación para el mismo día o el día siguiente en atención primaria.
Como aspecto positivo destacan los servicios prestados por los profesionales. Así, los sondeados califican con un 7,89 los cuidados y atención del personal de enfermería (7,89) y con la misma nota la atención del personal médico. Mientras, la información que reciben los pacientes sobre la evolución de su problema de salud recibe una calificación de 7,65 y dan un 7,74 al equipamiento y medios tecnológicos de los hospitales públicos.
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