La solidaridad ciudadana, "la que mejor resiste la crisis" frente a empresas y a administraciones


Las donaciones a ONG procedentes de particulares apenas han disminuido durante la crisis, y de hecho el número de ciudadanos que realiza aportaciones a diversos proyectos solidarios se mantiene prácticamente estable (7.500.765 en 2012).
Así lo pone de manifiesto el informe ‘La colaboración de los españoles con las ONG y el perfil del donante’, que este miércoles presentó la Asociación Española de Fundraising (AEF), de la que forman parte Médicos Sin Fronteras, Unicef, Cruz Roja y Cáritas, entre otras.
Según el director de AEF, Marcos Concepción, las donaciones procedentes de ciudadanos ascendieron en 2012 a 691 millones de euros, de los que 573 correspondían a socios o padrinos ('donantes regulares'), y 118 millones procedieron de aportaciones eventuales.
Las personas que son socias o que colaboran regularmente con una ONG aportan de media 164 euros al año (un 7,3% menos que en 2010), frente a las reducciones de más del 10% en donaciones de empresas y a “los recortes traumáticos” de las administraciones públicas, destacó.
Solo en ayuda al desarrollo se recortó un 60%, y los presupuestos para proyectos sociales en España, aunque dependen de diversas administraciones, han caído también de forma muy considerable, agregó Concepción.
En su opinión, “la fuente más estable de ingresos para las ONG sigue siendo el compromiso ciudadano”, ya que el 19,4% de la población española que en 2012 dijo haber colaborado con una ONG se mantiene en los mismos niveles que en el ejercicio anterior.
"Cuando empezó la crisis teníamos miedo, pero ahora vemos que el porcentaje de socios se mantiene y que las donaciones periódicas no son el primer recibo que la gente deja de pagar, ni mucho menos”, afirmó.
De hecho, el 53% de los donantes declara que la crisis le “ha afectado mucho o bastante”, pero que han seguido colaborando con su ONG, a veces con menor cuantía.
El 19,4% de ciudadanos que aportan fondos a proyectos solidarios se divide entre cerca del 9% que “es padrino o socio de alguna organización” y los que realizan aportaciones a causas concretas (con una media de 30 euros al año).
De acuerdo con el informe, el perfil de los socios se corresponde con el de una persona (hombre o mujer) de 47 años, que vive en pareja, con hijos y con un nivel alto de formación (el 66% tiene estudios universitarios).
“Además, son muy racionales y realistas, frente a lo que generalmente se piensa del donante de ONG”, prosiguió Concepción, y un 74% de ellos “no cambiaría nada de su gestión. En torno al 7% sí reclamaría más transparencia.
INCENTIVOS FISCALES
Por su parte, la presidenta de AEF, Carmen Gayo, lamentó que el porcentaje de donantes en España sigue muy por debajo del de otros países europeos y de Estados Unidos.
“En Reino Unido y los países nórdicos supera el 50% y en Alemania ronda el 32%”, subrayó Gayo, quien vinculó este retraso con “el escaso incentivo fiscal a la solidaridad y el mecenazgo en España.
Si en Reino Unido o Alemania las desgravaciones fiscales por donación son del 100%, en España suponen el 25% para una persona física y el 35% para las empresas.
Por ello, Gayo reclamó una reforma de la Ley 49/2002 de Régimen Fiscal de las Entidades sin Fines Lucrativos y de los Incentivos Fiscales al Mecenazgo, a fin de elevar las deducciones por esta causa al 70% para las personas físicas y al 60% en el caso de las empresas.
También pidió que los 150 primeros euros de una donación disfruten de un 100% de exención fiscal.
A su juicio, esto resultaría muy beneficioso de cara a fomentar la solidaridad ciudadana en una época de recortes, y además de ayudar a impulsar proyectos sociales y de Cooperación al Desarrollo, permitiría captar más fondos hacia la investigación, la educación, las acciones culturales y deportivas, etc.

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