Bruselas, 20 ene.- La Unión Europea (UE) ha amenazado hoy con estudiar "medidas restrictivas contra quienes obstaculicen el proceso político" en Sudán del Sur y ha hecho un llamamiento a todas las partes implicadas, para que cesen las hostilidades y la violencia.
Los ministros de Exteriores de los Veintiocho han aprobado unas conclusiones que inciden, además, en el apoyo de la UE a la mediación, "liderada por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo".
"La UE está preparada para considerar medidas restrictivas contra los individuos que obstaculicen el proceso político, en apoyo de los esfuerzos de la Unión Africana y de la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD, en sus siglas en inglés) y en estrecha coordinación con los socios internacionales", dice el texto.
Los Veintiocho se comprometen a continuar apoyando los esfuerzos de mediación de la IGAD, y alientan "los esfuerzos regionales e internacionales" con ese objetivo.
Como muestra de su respaldo, la UE se declara preparada para considerar el apoyo financiero a las negociaciones y su eventual resultado, incluido un mecanismo para supervisar el alto el fuego.
Por otra parte, los Veintiocho desaconsejan de manera contundente "una intervención externa que puede exacerbar las tensiones políticas y militares".
Las conclusiones, además, apoyan los llamamientos para la liberación inmediata de todos los líderes políticos detenidos en Yuba y piden a las partes que negocien de buena fe una solución política, completa y sostenible .
Por otra parte, la UE "condena las hostilidades" y se declara "alarmada por la deteriorada situación humanitaria" y por los informes que denuncian "violaciones a larga escala de los derechos humanos".
Saluda la intención de la Autoridad Africana de crear una comisión para investigar esas violaciones y anima a esa instancia a comenzar sus trabajos lo antes posible.
En ese contexto, hace un llamamiento a las partes para el cese inmediato de las hostilidades y la violencia y urge a todos los líderes políticos y militares a proteger a la población y a actuar en interés del conjunto de la población.
La UE reconoce que está cada vez más preocupada por las consecuencias humanitarias de esta nueva crisis.
Condena las restricciones que afectan a las actividades humanitarias y pide a los implicados que faciliten el acceso a esa ayuda.
La violencia en Sudán del Sur estalló el pasado 15 de diciembre, y cerca de 10.000 personas han fallecido durante los enfrentamientos, según cálculos del Grupo Internacional de Crisis (IGG), una organización internacional no gubernamental especializada en el análisis de conflictos.
Al menos 335.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la violencia y 78.000 se han refugiado en los países vecinos, informó recientemente el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
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