Las asociaciones militares piden un marco legal concreto que acote los límites de la disciplina a la libertad de expresión


Las asociaciones militares con representación en el Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas reclamaron hoy que se defina un marco legal concreto que acote en qué casos se puede alegar la disciplina como un límite a su libertad de expresión.
Lo hicieron, según trasladaron a Servimedia, en la asamblea extraordinaria del Consejo que se celebró a petición unánime de todas ellas para debatir monográficamente cuáles son los límites a la libertad de expresión de los militares y en especial de sus portavoces legal y orgánicamente reconocidos.
Este tema se suscitó a raíz del arresto del de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), Jorge Bravo, por reclamar en un medio de comunicación que los recortes presupuestarios en Defensa se apliquen a los actos y festejos superfluos en lugar de las condiciones laborales de su personal.
Frente a la posición del Ministerio de Defensa, expuesta por la subsecretaria, Irene Domínguez-Alcahud, de que cada caso ha de estudiarse individualmente, las asociaciones sostienen que ha de concretarse "un marco estable" que no dependa de la interpretación ni la jurisprudencia sino que dé certeza a quienes ejercen su derecho a la libertad de expresión.
Además, las asociaciones reclaman una protección especial para los portavoces militares cuando hablen en condición de tales, de tal forma que no puedan sancionarles todos sus superiores sino sólo el ministro o la subsecretaria, mientras que Defensa entiende que los límites a la libertad de expresión en las Fuerzas Armadas han de ser para todos igual y que el órgano para ejercerla es sólo el Consejo de Personal.
CONCEPTO DE MILITAR
El Ministerio defiende que, mientras no se ultime la nueva Ley de Régimen Disciplinario que se está elaborando, la que está en vigor hay que cumplirla. Las asociaciones desean que esa futura ley ha de regular con apertura la libertad de expresión, y, para ello, AUME cree que lo primero que habría que hacer es determinar el concepto de militar y no dar por hecho que esta condición se extiende las 24 horas del día.
La Asociación de Militares de Tropa y Marinería (AMTM) subrayó que la disciplina no puede estar por encima del ejercicio de los derechos fundamentales, y que en todo caso se ha de acotar qué faltas son lo suficientemente graves para merecer un arresto, toda vez que la condena se ejecuta antes de que el afectado pueda recurrirla.
Todas las asociaciones estiman urgente que los grupos parlamentarios se apresuren a constituir el Observatorio de la Vida Militar, una de cuyas atribuciones será velar por el cumplimiento de la Ley de Derechos y no hacerlo desde la perspectiva restrictiva de los mandos militares.
Finalmente, las asociaciones reclamaron que la difusión de la citada ley entre las unidades militares, que actualmente está corriendo a cargo sólo de la parte gubernamental del Consejo encarnada en su secretaría, ha de abrirse también a la participación de las asociaciones, para que puedan inculcar el concepto del asociacionismo en los militares y hacerles perder el miedo al mismo.

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