Las cámaras captaron el último viaje de Asunta a Teo y el regreso solitario de Porto

    • El teniente que dirigió el equipo de instrucción del caso ha dejado claro que pidieron el ingreso en prisión de Rosario Porto al comprobar que les había mentido.
    • Se ha escuchado en la sala el incidente de la papelera, en la que se hallaron la mascarilla, el pañuelo y las cuerdas naranjas similares a las que se encontraron junto al cadáver.
Una cámara captó a Rosario Porto conduciendo su vehículo
Una cámara captó a Rosario Porto conduciendo su vehículo

Cuando a las dos menos diez minutos de la madrugada del 22 de septiembre de 2013 sonó su teléfono, el teniente de la Guardia Civil José Manuel Sánchez Murias ya sabía que al otro lado de la línea alguno de sus hombres le daría parte del hallazgo de un cadáver.

Este martes, el teniente Murias se sentaba frente al jurado en el juicio por el crimen de Asunta Yong Fang, la niña a la que el guardia civil había visto por vez primera sin vida, en la soledad de la pista forestal de Feros, a la que le convocaron sus hombres esa noche.

Durante los cinco años que estuvo al frente de la unidad de Investigación Criminal de la Policía Judicial de A Coruña, Murias ha tenido que lidiar con lo más podrido de la condición humana, y se le nota en el deje firme de la voz.

Ahora destinado en Lugo, ha acudido a poner claridad sobre las razones que llevaron a la Guardia Civil ha pedir al juez el ingreso en prisión de Rosario Porto, primero, y Alfonso Basterra después, como sospechosos de drogar y dar muerte a su hija adoptiva de doce años.

La principal revelación que Muriasha realizado ante el Tribunal del Jurado, es que él y su equipo determinaron muy rápidamente que Rosario Porto les había mentido, cuando comprobaron que en el trayecto del día de los hechos al chalet de Teo no iba sola en su coche:"Rosario nos dijo que había ido sola a la casa de Montouto pero las grabaciones de las cámaras demostraron que mintió. Por eso fue detenida", ha declarado.

En la sesión del lunes, otro agente de la guardia civil señaló que Rosario Porto se mostró reacia a ir a la casa de Montouto, ya que decía que prefería quedarse en el piso del centro de Santiago porque igual "volvía Asunta".

En la finca de Teo, añadía este martes el teniente de la Guardia Civil, nada más llegar la acusada manifesta que "quiere mear". En vez de entrar al baño de la planta baja, "subió de manera ágil" al piso superior en el que están las habitaciones, y es seguida por el teniente, que detecta una papelera que parecía ser el objeto de atención de la mujer.

En esa papelera se halló una mascarilla, un pañuelo que le pareció que estaba "ligeramente humedecido", y una cuerda anaranjada "color brillante similar, prácticamente idéntica, a la que acababa de ver hacía dos, tres horas" junto al cadáver de la menor.

Tras encontrar esas pruebas, que han resultado ser claves para el caso, según el teniente la acusada estaba nerviosa e incluso "contestaba a cosas que no se le preguntaban".

En concreto, sobre la cuerda no llega a responder Rosario, sino que es Alfonso Basterra el que "dice que la cuerda se usa en labores de jardinería. Los pañuelos y y la mascarilla me dicen que es por una alergia. Finalmente (Rosario) no va al baño".

La actitud de la madre de Asunta, unido al extraño episodio de los polvos blancos que la niña había revelado a sus profesores, y la comprobación de que no había llegado sola a la finca de Teo como había dicho en inicio, llevaron a pedir su envío a prisión.La cámara de la gasolinera

En un trabajo metódico, analizando las imágenes de las cámaras del trayecto que debía haber realizado Rosario Porto, la Guardia Civil constató que Rosario había ido con alguien -presuntamente Asunta- en el primer trayecto (a las 18:21 horas)y regresó sola a la capital gallega ya pasadas las nueve de la noche, siendo su paso registrado por la cámara del Parlamento de Galicia a las 21:28 horas.

"Ella a la vuelta dice que regresa por Galuresa. Tiene que pasar por Galuresa sí o sí, y en ese tiempo no pasa", declaraba este martes el teniente, a preguntas del abogado de Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren.

Para reforzar la seguridad de la afirmación de los investigadores, hay que decir que el coche de Rosario Porto es un Mercedes 190 color verde botella, bastante exclusivo en el parque móvil local.

Lo que viene a significar esta afirmación, es que según las más de una treintena de cámaras del trayecto que se revisaron, Asunta viajó con su madre por última vez a la finca de Teo, para nunca volver a salir con vida.

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