Las desavenencias con la Liga Árabe bloquean el envío de observadores a Siria

  • La crisis siria se encontró hoy ante una nueva encrucijada al rechazar la Liga Árabe las condiciones de Damasco para recibir a la misión de observadores árabes, una medida que según el Gobierno sirio "rompe la soberanía nacional".

El Cairo, 20 nov.- La crisis siria se encontró hoy ante una nueva encrucijada al rechazar la Liga Árabe las condiciones de Damasco para recibir a la misión de observadores árabes, una medida que según el Gobierno sirio "rompe la soberanía nacional".

La organización panárabe aseguró, en un comunicado, que las modificaciones propuestas por Siria el pasado jueves "afectan a la esencia del protocolo y cambian fundamentalmente la naturaleza de la misión de la delegación".

Esta delegación, formada según lo previsto por 500 observadores, tiene como objetivos la protección de los civiles y la aplicación del plan árabe, que exige el fin del derramamiento de sangre en Siria y la retirada de las tropas de las calles, entre otros puntos.

En este sentido, el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, dijo que la misión que la Liga Árabe plantea enviar para verificar el cese de la violencia "rompe la soberanía nacional" en su configuración actual, y por eso Damasco expresó una serie de condiciones.

Entre estas condiciones, el régimen sirio mostró reservas hacia el número de observadores y la participación de algunas organizaciones de derechos humanos, y quiso imponer que la misión árabe fuese acompañada por delegaciones sirias, según publicó hoy el diario árabe "Al Hayat".

Al Mualem acusó también, en una rueda de prensa en Damasco, a "partes árabes" de querer utilizar la Liga Árabe para llevar la crisis siria al Consejo de Seguridad de la ONU.

"La situación no necesita prisas ni reacción, sino un estudio razonable. Un análisis lógico diría que hay partes árabes que querrían utilizar a la Liga Árabe como un instrumento para llegar al Consejo de Seguridad", señaló, sin especificar a qué "partes" se refería.

Al respecto del ultimátum que la Liga Árabe concedió a Damasco para aceptar su hoja de ruta y que expiró ayer, Al Mualem dijo que su país "luchará" si se le pone en la tesitura de hacerlo, aunque confía en que "triunfe el lenguaje de la diplomacia" y no se llegue a esa situación.

Durante su comparecencia, el titular de Exteriores también negó que proyectiles RPG hubiesen impactado contra un edificio del Baaz en el centro de la capital, tal como habían informado los opositores Comités de Coordinación Local.

Este grupo citó a varios testigos que afirmaron haber visto cómo el humo salía del edificio, situado en el barrio de Mazra, y escuchado diversas explosiones en esa céntrica zona.

También en la capital siria, tuvo lugar hoy una multitudinaria manifestación en apoyo al régimen del presidente, Bachar al Asad, y en contra de la decisión de la Liga Árabe de suspender a Siria como miembro de la organización.

El ambiente de la marcha progubernamental era festivo, en contraste con las masacres en las que con frecuencia acaban las protestas de la oposición debido a la represión de las fuerzas de seguridad.

Solo en la jornada de hoy, al menos 12 personas fallecieron en diferentes ataques de las fuerzas leales al régimen, siete de ellas en Homs (centro), cuatro en Idleb (norte) y una en Bukamal (este), según los Comités de Coordinación Local.

Este grupo opositor también señaló que muchos de los habitantes de Homs abandonaron hoy sus casas y cruzaron la frontera con el Líbano a través del paso de Al Arida, huyendo de la violencia que sacude esa zona.

Las provincias de Homs e Idleb, dos de los principales feudos de la oposición a Al Asad, son objeto de una fuerte ofensiva por parte de las fuerzas progubernamentales y en ellas cada vez son más frecuentes los choques entre el ejército y supuestos militares desertores.

Desde que comenzó el pasado marzo la revuelta contra Al Asad, han muerto más de 3.500 personas, según datos de la ONU, y países como Estados Unidos o Rusia ya han advertido de que Siria se enfrenta al riesgo de una guerra civil.

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