Las mujeres cobran menos paro que los hombres, unos 4,5 euros menos al día

  • Las mujeres que se han quedado en paro cobran una prestación por desempleo inferior a la de los hombres, unos 4,5 euros menos al día, pues si ellos reciben por término medio una cuantía bruta diaria de 29,83 euros, la de ellas es de 25,34, según datos del Consejo Económico y Social (CES).

Madrid, 1 dic.- Las mujeres que se han quedado en paro cobran una prestación por desempleo inferior a la de los hombres, unos 4,5 euros menos al día, pues si ellos reciben por término medio una cuantía bruta diaria de 29,83 euros, la de ellas es de 25,34, según datos del Consejo Económico y Social (CES).

La diferencia es todavía mayor, y alcanza los 6,6 euros diarios, en el caso de los beneficiarios de la prestación por desempleo que tienen 55 y más años de edad.

Este es uno de los muchos datos discriminatorios puestos de manifiesto por el CES en un informe sobre la situación de la mujer en la realidad sociolaboral española, en el que se asegura que la cuantía de las pensiones es, en términos generales, también inferior en el caso de las mujeres.

Así, según datos de 2010, una mujer pensionista percibía al mes una media de 597,21 euros, mientras que la pensión media de un varón era de 971,92.

"La segregación laboral por razón de género implica, en el caso de las mujeres, menores salarios y, en consecuencia, menores bases de cotización y menores pensiones futuras de jubilación", concluye el informe.

Otro dato importante del capítulo de pensiones: los hombres cobran pensiones de jubilación en un porcentaje del 80,2, y tan solo un 1,5 % de viudedad, mientras que la pensión por viudedad en el caso de ellas alcanza el 42,5 %, y un 45,5 % corresponde a jubilación.

El estudio del CES destaca que de los cerca de 300.000 pensionistas que cobraban en 2010 una pensión superior a los 2.000 euros, sólo un 9 % eran mujeres.

Las tareas del hogar siguen siendo, confirma el CES, cuestión de mujeres, con unos datos que apenas han variado a favor del equilibrio en los últimos años. Si en 2002 la mujer dedicaba a estos menesteres una media diaria de 4,50 horas y el hombre 2,06, en 2010 esas cifras apenas variaron, situándose en 4,25 y 2,28, respectivamente.

El informe asegura que ha aumentado el número de hogares españoles en los que la mujer es referencia, casi el 40 %, y que también son cada vez más los hogares unipersonales y monoparentales (estos, compuestos sobre todo por mujeres con sus hijos), que ya suponen el 2 % del total, un porcentaje inferior al de la mayor parte del resto de países de la Unión Europea.

Debido al aumento del paro masculino, la tasa de actividad femenina aumentó en 2010 hasta situarse en el 52,3 %, reduciéndose ligeramente la masculina hasta el 68,1 %. "La prevalencia de la desigualdad en la práctica conduce -argumenta el informe- a que en los hogares, en caso de tener que optar por renunciar a los ingresos de alguno de sus miembros, se prime la continuidad de los hombres en el empleo".

El porcentaje de mujeres inactivas por razones familiares sigue siendo "muy elevado", denuncia el CES, que lo cifra en un 41 %, quince puntos más que en países como Francia, Dinamarca y Suecia, si bien menos que en otros de la UE como Malta, Chipre y Estonia.

Las españolas acceden mayoritariamente a ocupaciones consideradas como "femeninas", del sector servicios, "se concentran en categorías profesionales inferiores, tienen mayores dificultades para promocionar, perciben salarios más bajos por término medio, sufren una mayor temporalidad y acceden en mayor medida a contratos a tiempo parcial".

Esa brecha salarial supone que las mujeres cobraran un 16,3 % menos que los hombres, para trabajos de igual valor o equivalentes, porcentaje que fue mayor, el 28,4 %, en el caso de las mujeres con estudios superiores.

"Las mujeres -recalca el CES- se incorporan más tarde que los hombres al mercado laboral, sus carreras laborales son más irregulares y sus bases de cotización más bajas".

El informe advierte de que aún la presencia femenina en los cargos de responsabilidad institucional y en la política no es equitativa. En los distintos órganos constitucionales es del 40 %, aunque se reconoce que ha aumentado considerablemente desde 2004.

La afiliación a los partidos es menor en ellas que en ellos, apenas rebasaba el 30 % en 2009, un porcentaje muy parecido al de su presencia en cargos ejecutivos. "Se ha comprobado que la utilización de las cuotas electorales no es suficiente para asegurar altos niveles de representación política femenina", considera el CES.

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