Líderes políticos y sociedad civil tunecina advierten a Zapatero del riesgo de que islamismo contamine la revolución

  • TÚNEZ, 2 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández) Líderes políticos y representantes de la sociedad tunecina han informado este miércoles al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de los desafíos y riesgos que perciben en la transición democrática que este país está iniciando, entre los que han citado la posibilidad de que el islamismo "contamine la revolución".

TÚNEZ, 2 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández)

Líderes políticos y representantes de la sociedad tunecina han informado este miércoles al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de los desafíos y riesgos que perciben en la transición democrática que este país está iniciando, entre los que han citado la posibilidad de que el islamismo "contamine la revolución".

Tras reunirse con el presidente de la República, Fuad Mebaza, y el nuevo primer ministro tunecino, Beji Said Sebsi, Zapatero ha recibido en la residencia de la Embajada española a líderes políticos y representantes de la sociedad civil tunecina.

Entre ellos figuraba la ex secretaria de Enseñanza Superior, Fauzia Charfi, recién dimitida del Gobierno, pero con una amplia trayectoria política y prestigio, dado que es la viuda de un reconocido pensador político, Mohamed Charfi, firme defensor de la separación entre Estado y religión y uno de los sabios que Zapatero eligió para poner en marcha el proyecto de la Alianza de las Civilizaciones.

Charfi ha alertado de que de forma sutil han empezado a aparecer salas de oración en las universidades y de que los islamistas están presionando cada vez más para que desaparezcan las residencias mixtas de estudiantes, según han contado fuentes de la delegación española presentes en estos encuentros.

En una línea similar se ha expresado la secretaria general de la Federación Internacional de los Derechos Humanos, Jadija Cherif, quien trasladó el temor general entre las organizaciones pro DDHH de que el islamismo "contamine" la revolución y pretenda incrustarse en la Constitución.

La Constitución tunecina de 1959 define a Túnez como un Estado libre e independiente, cuya religión es el Islam. Es el país del mundo musulmán donde hasta la fecha existe una mayor separación entre Estado y religión.

Otros interlocutores han advertido de la permanencia de la policía política del régimen del presidente Zine el Abidine Ben Ali, que huyó a Arabia Saudí el pasado 14 de enero, como fue el caso del decano del Ilustre Colegio de Abogados, Abderrazak Kilani, que ha señalado que el pueblo tunecino no tiene el convencimiento de que sus aspiraciones democráticas no sean de nuevo traicionadas. AYUDA EUROPEA

El presidente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, Mokhtar Trifi, ha pedido a España y a la UE ayudas para que la economía tunecina "levante la cabeza", mientras que el portavoz del Consejo Nacional de las Libertades Tunecinas, Sihem Bensedrine, considera que España tiene un papel que jugar en la transición tunecina ya que no pueden confiar en Francia por la relación estrecha que este país mantuvo con Ben Ali.

El presidente del Foro Democrático para el Trabajo y las Libertades, Mustafá Ben Jaafar, reprochó en cambio a Zapatero que no se hubiera interesado antes por Túnez, porque este país no era sólo de Ben Ali.

Zapatero también se ha entrevistado con los presidentes de las comisiones designadas para las reformas políticas, la investigación de la corrupción del régimen de Ben Ali y de los abusos cometidos durante las protestas contra el ex presidente y en los días posteriores a su salida del país. El responsable de la primera, Ben Achour, ha advertido de la necesidad de que antes de que se forme una Asamblea constituyente se acuerde una ley electoral porque la actual impide la participación de los partidos democráticos.

A todos ellos Zapatero les ha trasladado, desde su experiencia personal de la dictadura de Francisco Franco --el abuelo del presidente murió fusilado en 1936-- que "merece la pena" luchar por la democracia.

Subrayó la importancia de que mantengan un Estado "no confesional" y que logren un consenso sobre las nuevas reglas electorales, de lo contrario la democracia nacerá "coja" --ha dicho-- y les tranquilizó sobre la permanencia de la Policía política, ya que una vez que Túnez se dote de un Parlamento democrático, ese cuerpo será mucho más fácil de suprimir, informan las fuentes de la delegación española presentes en los encuentros.

Les recomendó ser "implacables" contra la tortura y crear un Tribunal Constitucional que tenga la última palabra sobre la interpretación de los jueces porque no hay justicia democrática "si no es independiente y constitucional". Por último, les garantizó que la UE hará un gran esfuerzo por el desarrollo económico de Túnez y les aseguró que España no apoya esta transición por intereses económicos, ya que apenas tiene en este pequeño país.

Antes de emprender su regreso a España, Zapatero tenía previsto entrevistarse con el líder de la Unión General Tunecina de Trabajadores (UGTT), Abdesslem Jrad y con el líder del Partido Demócrata Progresista, Nejib Chebbi.

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