Lo que desvela la unión de Podemos con 'Catalunya sí que es Pot': más cerca del independentismo

    • Los de Iglesias tratan de evitar el debate territorial en la campaña de 'Catalunya sí que es Pot'.
    • Numerosos miembros de la candidatura no han ocultado sus preferencias por la independencia
Iglesias, con la secretaria general de Podemos en Cataluña, Gemma Ubasart.
Iglesias, con la secretaria general de Podemos en Cataluña, Gemma Ubasart.

Podemos afronta unas próximas semanas decisivas de cara a las elecciones catalanas del 27-S. Unos comicios que la dirección interpreta en clave estratégica para recuperar impulso ante las generales y que han vuelto a colocar a la formación frente a sus propias complejidades internas.

Los de Iglesias no niegan que el escenario catalán les preocupa. "Cataluña is different", dijo el secretario general, Pablo Iglesias, preguntado sobre por qué habían optado en la región por una candidatura conjunta que desdeñan en la mayoría de comunidades. Los intentos del partido de aunar fuerzas lo desafían también para aclarar una cuestión delicada a nivel interno, la posición del partido ante la cuestión territorial.

Podemos concurrirá el 27-S bajo el paraguas de 'Catalunya Sí que es Pot', una candidatura integrada de forma mayoritaria por simpatizantes de ICV o EuiA, entre ellos, dos de sus diputados, Joan Coscubiela y Joan Josep Nuet, y que aúna también a Procès Constituent. Entre los 'hombres fuertes' de Podemos figuraMarc Bertomeu, secretario general de Podemos en Barcelona.

Bertomeu ya abrió la polémica en el momento de su designación por su ambiguo apoyo a la independencia. Reconoció haber votado en su día a las CUP, candidatura que apoya abiertamente la creación de un Estado propio, aunque justificó haberlo hecho "en clave de indignación y ruptura". En la consulta del 9-N, explicó, votó sí-no, esto es, a favor de que Cataluña sea un Estado pero no independiente.

La diversidad de 'Catalunya Sí que es Pot' obliga a Podemos a maniobrar con la complejidad de defender una candidatura que incluye a confesos y reconocidos independentistas sin que se hable de la independencia. O, al menos, sin que el debate pueda comprometer las aspiraciones en las generales. Los dirigentes de la 'morada', con Iglesias al frente, se han declarado partidarios al derecho a decidir, pero, al mismo tiempo, no han ocultado su deseo de que Cataluña no se separe del conjunto del Estado. "No queremos que os vayáis, pero queremos que esa decisión la toméis vosotros", zanjó esta semana el 'número dos', Íñigo Errejón.

Pese a los intentos de la dirección de anteponer la emergencia social a la cuestión territorial, la campaña se avanza como un tablero de especial complejidad. Cada uno con sus matices, los principales cabeza de lista de la candidatura no han ocultado sus simpatías por la independencia. Entre ellos, el número uno de la lista, Lluis Rabell quien, pese a no definirse como independentista, sí reconoció haber apostado por el doble 'Sí' en la consulta del 9-N porque "se lo pedía el cuerpo ante la actitud antidemocrática" del Gobierno. Rabell, antes presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, admitió en su primera rueda de prensa como candidato que, pese a no considerarse como tal, "podría votar sí a la independencia" y en los últimos días ha tendido la mano a ERC y las CUP para formar una mayoría de izquierdas después del 27-S que evite un gobierno de Mas.

En la misma línea está Marc Vidal i Pou, diputado de ICV en el Parlament y que encabeza la candidatura por Girona. "Los medios llevan tiempo vendiéndonos la lista de Mas como la lista unitaria para alcanzar la independencia. Permitidme que diga que esto es, como mínimo, incorrecto, por no decir falso. Hay listas, como la que yo espero defender, que proponemos caminos y escenarios alternativos y que no descarta la independencia", escribe en una entrad en su blog, en julio.

En él, defiende, por ejemplo, su idea de una "soberanía plena" que va más allá de la independencia y que sólo es posible en un "marco llamado Catalunya". Vidal no oculta su afinidad con este status aunque se muestra crítico con quienes actualmente dirigen el proceso. Sí destaca que el "derecho a decidir" es la única vía para que el pueblo catalán sea realmente "soberano". "El reconocimiento de la soberanía nos permitirá negociar qué relaciones queremos tener con España, sin ninguna puerta cerrada (federalismo, confederación o estado independiente)", afirmó el año pasado en un ciclo de conferencias titulado "Y después de la consulta, qué".

La cabeza de lista por Lleida es Sara Vilá, portavoz de la corriente de ICV "Compromiso con la independencia", y activa defensora de trazar una hoja de ruta soberanista.

En este escenario, Podemos trata de mantener sus equilibrios para no perjudicar a sus intereses en las generales y habla de un difuso proceso constituyente para redefinir las relaciones con el Estado que haya decidido la comunidad en tanto "sujeto político soberano".

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