Lo que no se ha contado del discurso de investidura de Sánchez: anécdotas y reacciones

    • Usó el mismo traje que en el cara a cara con Rajoy, le llamaron "presidente" y quiso reservarse la 'bala' de las diputaciones.
    • Margallo dice que es el peor discurso que ha escuchado desde el 77 y Montoro se mofó de los aplausos de Podemos a Ciudadanos.
Sánchez defiende su candidatura apelando al cambio y el entendimiento entre varias ideologías
Sánchez defiende su candidatura apelando al cambio y el entendimiento entre varias ideologías

Mientras las cámaras de televisión y los micrófonos intentaban captar la imagen o las declaraciones de los protagonistas del discurso de investidura de Pedro Sánchez, en el hemiciclo y en los pasillos del Congreso de los Diputados se vivió una jornada atípica o histórica, como la definieron algunos. Lainformacion.com ha recopilado algunas de las anécdotas que se vivieron en una tarde en la que el candidato socialista entró con comentarios de "presidente".A Sánchez los fotógrafos le dicen "presidente" pic.twitter.com/FgyuLZ4glZ— Fernando H. Valls (@FernandoHValls) 1 de marzo de 2016

Una vez finalizado el discurso de Sánchez, los pasillos se llenaron de comentarios, reacciones y anécdotas sobre lo ocurrido. Varios ministros se pararon con los periodistas. El más contundente fue José Manuel García-Margallo que contó a Lainformacion.com que había presenciado el peor discurso en la Cámara desde el 77. "http://www.lainformacion.com/", dijo el titular de Exteriores. "Si quieres proponer un cambio no puedes hacer una enmienda a la totalidad a lo que ha hecho el PP", reconoció.

De la misma opinión fue Cristóbal Montoro o Ana Pastor. El titular de Hacienda admitió que Sánchez tiene buena "fachada", reconociendo sus dotes oratorios, pero dijo que la política es otra cosa y que el PP "nunca" va a apoyar una política que suponga "cargarse" todo lo bueno que se ha hecho hasta ahora. Claros y contundentes todos los ministros. Montoro, por cierto, se mofó de los aplausos que Pablo Iglesias, Iñigo Errejon y los suyos dedicaron a Ciudadanos. "Ha sido lo mejor del pleno", dijo.

En la bancada del PP la opinión era la misma: discurso malo ante el que Rajoy tiene el miércoles la posibilidad de lucirse. "¿Esto es el cambio?", se preguntaba uno de ellos. El presidente, reconocieron algunos miembros del grupo parlamentario, prepara una réplica en la que defenderá sus políticas, con ejemplos concretos de lo que puede suponer aplicar las medidas del PSOE, y no se moverá del 'no'.La reacción en el PSOE

En el PSOE el ambiente era muy diferente. Entre los diputados los comentarios eran: "Le he visto bien", "buen discurso" o "sale reforzado". En su equipo de asesores la euforia era difícil de contener.

Sánchez estuvo acompañado en el Congreso por su mujer Begoña y sus padres, inéditos hasta ahora en este tipo de citas. Y se puso el mismo traje que en el cara a cara con Rajoy el lunes previo al 20D. Aquel día, el candidato socialista presume de haber noqueado al entonces presidente del Gobierno.

Decían en su equipo que Sánchez propuso hasta 112 medidas y que cumplió con el mandato que recibió del Rey. Afirman también que los puntos fuertes de su discurso fueron tres: la referencia al "mestizaje ideológico" para conformar un Gobierno, la alusión a "el coche es el cambio y el diálogo es el combustible" y la coletilla de "esto puede ser realidad la próxima semana". Era algo que no tenía incluido en su discurso y que empleo en varias ocasiones. El texto, al principio, era más largo, pero Sánchez decidió acortarlo a última hora.

Sobre la no alusión a la sustitución de las diputaciones provinciales por consejos de alcaldes, Sánchez ha optado por guardarse esa 'bala' para el debate que este miércoles mantendrá con todas las fuerzas políticas. No lo ha obviado el tema, por tanto, sino que lo sacará en las réplicas y contrarreplicas.

Algún barón presenten durante el discurso (estuvieron Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page y Ximo Puig) llegó a decir que "a ver si sirve" para algo lo que está intentando Sánchez. No descartó una posible segunda investidura del candidato socialista gracias a que en un futuro se pueda sumar con Podemos.Anécdotas que no se vieron por televisión

Detrás de las cámaras se produjeron varias anécdotas en torno a este discurso de investidura único hasta la fecha. Por ejemplo, en la tribuna de invitados se pudo ver a escasos metros de distancia a los asesores de Sánchez y a los de Rajoy. Estaban juntos, pero no revueltos.

También se pudo ver cómo la práctica totalidad de los ministros presenció el discurso del socialista de brazos cruzados. Sólo tomaron notas tres de los miembros del gabinete más políticos: Margallo y Soria. Soraya Sáenz de Santamaría no dejó de utilizar su móvil y Luis de Guindos, su iPad. Rajoy, por cierto, no envió ningún tuit durante el discurso como erróneamente se dijo, sino que fue su equipo desde fuera del hemiciclo.

No pararon de tomar notas Pablo Iglesias, en su agenda, ni Albert Rivera. Se prepararon así argumentos para sus réplicas del miércoles.

Hubo, por cierto, un pequeño rifirrafe entre Jorge Fernández Díaz y Albert Rivera cuando Sánchez aludió a que iba a dotar de presupuesto a la Ley de la Memoria Histórica. El ministro vino a recriminarle que Ciudadanos apoyara esa medida.

Algunos periodistas también echaron de menos a Vicente Martínez Pujalte, un diputado que durante las pasadas legislaturas destacó por las respuestas a viva voz que lanzaba desde su escaño a las intervenciones de los socialistas. En esta ocasión, sin embargo, no hubo apenas reproches.

Sánchez abandonó el Congreso como el más aclamado, diciendo que era el discurso que había querido pronunciar y escoltado por Antonio Hernando ante la marea de periodistas que le buscaban.Así ha salido @sanchezcastejon del Congreso, escoltado por @AHernandoVerapic.twitter.com/NZaKPHqPHP— Fernando H. Valls (@FernandoHValls) 1 de marzo de 2016

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