Al líder de los socialistas, Pedro Sánchez, no le salen las cuentas para sacar adelante un Gobierno con Podemos e Izquierda Unida, la opción aparentemente más fácil, pero también la más costosa para el PSOE, ya que implicaría el apoyo, por activa o por pasiva, de partidos independentistas catalanes.
Los barones, con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz a la cabeza, han puesto a Sánchez como línea roja a la hora de negociar que no lo haga con los independentistas y con formaciones partidarias de romper con España. Eso claramente incluye a Esquerra Republicana de Catalunya, Convergència (Democràcia i Llibertat) y Bildu.
A su vez, estas formaciones no están por la labor de facilitar la investidura de Sánchez, ya que dicen que desde el Partido Socialista no se va a facilitar la independencia, pacte con quien pacte.
ERC ya ha informado de que votará no en una sesión de investidura de Pedro Sánchez aunque éste cuente con el apoyo del partido de Pablo Iglesias y de las confluencias. Los republicanos no aceptarían siquiera la posibilidad de que en Cataluña se celebrase un referéndum vinculante, el caramelo lanzado el líder de En Comú en el Congreso, Xavier Domènech, que se autoproclamado negociador con los independentistas para facilitar un gobierno Podemos-PSOE.
Sánchez no puede ofrecer un referéndum, pero menos lo que le piden desde ERC, que pide que reclama que se reconozca qu el Parlamento de Cataluña "tiene soberanía plena" para decidir sobre su futuro. Los republicanos no están dispuestos ni siquiera a abstenerse para facilitar la investidura en segunda ronda.
Por su parte, Convergència Democràtica también se mantiene en su no a Pedro Sánchez. La formación no ve margen para negociar y exige gestos con las reclamaciones independentistas.
La portavoz de CDC, Marta Pascal, ha sido contundente: "Tal como están ubicadas las cosas ahora, ni nos podemos abstener ni votar a favor. Sería una contradicción flagrante con el compromiso electoral", mantuvo. Para sentarse a negociar, Convergència quiere gestos, incluso aceptaría como guiño para atraer su apoyo -por activa o por pasiva- el referéndum de Podemos.
Mientras, desde el Partido Nacionalista Vasco han advertido al PSOE que si necesita su apoyo para configurar una alternativa de gobierno debe decir qué ofrece, "además de buena voluntad".
El presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, ha señalado que sus reivindicaciones pasan por "una agenda vasca que tiene que ver con el autogobierno y con la necesidad de configurar un nuevo estatus".
"El PSOE afirma que para mejorar el marco de autogobierno es necesario antes modificar la Constitución, pero debe ser consciente de que no cuenta con los votos suficientes por la exigencia de mayorías cualificadas. No obstante, sí puede entrar a otro tipo de entendimientos", ha indicado.Estarán en la ronda de contactos
Sánchez está dispuesto a incluir a ERC y a Convergencia en la ronda de conversaciones, pero sin intención de "buscar ni pedir" el apoyo de los independentistas, según el secretario de Organización del PSOE, César Luena, que asegura "hablar no significa ni pedir, ni buscar el apoyo. Ni lo buscamos, ni lo queremos con los independentistas, que quede claro".
Todo apunta que Sánchez no cederá antes los independentistas, pero que no busque su apoyo no quiere decir que no acabe aceptándolo.
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