Los clientes del rescatado BES exigen justicia por la quiebra del banco

  • Los clientes del que fue el tercer mayor banco luso y el más antiguo, el extinto BES, aguardan expectantes su transferencia a la parte de activos "buenos" del Novo Banco y exigen justicia por los supuestos desmanes de los anteriores gestores.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 10 ago.- Los clientes del que fue el tercer mayor banco luso y el más antiguo, el extinto BES, aguardan expectantes su transferencia a la parte de activos "buenos" del Novo Banco y exigen justicia por los supuestos desmanes de los anteriores gestores.

Desde que el domingo 3 el gobernador del Banco de Portugal (BdP), Carlos Costa, anunciase la división del BES en una parte saludable, que recibirá una inyección de fondos públicos bajo la marca de "Novo Banco", y otra tóxica, los cientos de miles de clientes del banco han acogido esta inédita medida expectantes e indignados.

"Deben tratarlo como a (Bernard) Madoff" (financiero que cumple pena en EEUU por una gigantesca estafa), dijo hoy a EFE el portugués Mário Bacelar Begonha, en alusión a Ricardo Salgado, presidente del BES durante los últimos 22 años, hasta que el pasado julio el banco quebró por indicios de mala gestión.

Begonha, sociólogo de 77 años, representa el sentir de muchos clientes del desaparecido banco, que registró pérdidas semestrales de 3.600 millones, y de numerosas capas de la sociedad portuguesa, críticas con las consecuencias de los desmanes de algunos grandes gestores de la banca.

"Debería ser condenado a 25 años, la pena máxima. Si se demuestra todo aquello que hizo. Si un individuo que roba por necesidad, es condenado a 15 años...", agregó el sociólogo.

No en vano, Salgado, de 70 años y líder del clan Espírito Santo, enfrenta un aluvión de sospechas como responsable último del descalabro del BES.

Después de abandonar abruptamente su presidencia ejecutiva, el banquero, uno de los hombres más poderosos de Portugal, pagó una fianza récord de tres millones de euros por su relación con el que se considera el mayor caso de fraude fiscal y blanqueo de capitales de la historia del país.

Por este motivo, muchos analistas portugueses no han tenido más remedio que recordar estos días otros escándalos financieros, aunque todos ellos de mucha menor magnitud que el del BES.

Consideran que en la quiebra del Banco Portugués de Negocios (BPN), en 2008, y la del Banco Privado Portugués (BPP), en 2009, no se hizo la suficiente justicia con los gestores implicados.

En ambos casos, sobre todo en el del BPN, el Estado luso, a través de los contribuyentes en última instancia, asumió pérdidas de miles de millones de euros.

Para que no se repitiese la historia, el BdP ideó un plan por el que el Fondo de Resolución, un instrumento europeo creado en 2012 y sufragado por el sector financiero luso, soportase los costes de la recapitalización de 4.900 millones de euros del nuevo BES, cuya meta es que se venda en un plazo máximo de dos años.

No obstante, el Estado luso tendrá que anticipar, en forma de préstamo, 3.900 millones del total procedentes del préstamo de la UE y el Fondo Monetario Internacional.

Los otros 1.000 millones corresponderán a los bancos e instituciones financieras portuguesas.

La solución ha generado dudas entre los contribuyentes -el sábado hubo una pequeña protesta por el modelo de rescate- e incertidumbre entre numerosos clientes de la institución financiera, que tenía el 20 % del mercado bancario luso.

Qué parte de los activos van al Novo Banco (o banco "bueno") y en qué condiciones son algunas de las dudas más comunes que intenta resolver la Asociación de Clientes Bancarios (ABESD), creada a finales de julio, días antes del descalabro, con la meta de proteger los intereses de depositantes, ahorradores e inversores.

La ABESD, asesorada jurídicamente, ya ha recibido miles de correos electrónicos de clientes ansiosos por saber si su dinero acabará en el "Banco Malo" de activos prácticamente irrecuperables.

Hasta el momento, está confirmado que en este vehículo de liquidación sin licencia bancaria acabarán todos los accionistas (grandes y pequeños) del que fue el segundo mayor banco portugués en capitalización bursátil, así como los inversores de deuda a corto plazo.

"Una vez logradas las explicaciones que cree imprescindibles, la ABESD adoptará las medidas que estime más adecuadas en el sentido de proteger los intereses de los asociados, no excluyendo el recurso a vías judiciales, caso tal extremo sea necesario", ha alertado la asociación.

El propio Banco de Portugal ha asumido que los accionistas con su capital en el "Banco Malo", que mantiene el nombre de BES S.A., tienen el derecho a recurrir en los Tribunales.

"Hay muchos procesos en los tribunales y, probablemente, la Justicia no va a diferenciar entre el banco 'bueno' y el 'malo'(...) Serán muchos años en la Justicia", avisó Begonha, quien confirmó que tiene amigos que ya han tramitado procesos legales tanto en la filial del grupo BES en Suiza como en Portugal.

No obstante, el fiel cliente del extinto BES, cuya cuenta está garantizada en el "Novo Banco", apeló a la calma y pronosticó que "uno o dos años" todo el embrollo deberá estar resuelto.

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