Los democristianos lusos, dispuestos a negociar su permanencia en el Gobierno

  • Los democristianos portugueses del CDS-PP anunciaron hoy que negociarán su permanencia en el Ejecutivo del primer ministro, Pedro Passos Coelho, e intentarán resolver la crisis abierta con la dimisión de su líder como ministro de Exteriores.

Lisboa, 3 jul.- Los democristianos portugueses del CDS-PP anunciaron hoy que negociarán su permanencia en el Ejecutivo del primer ministro, Pedro Passos Coelho, e intentarán resolver la crisis abierta con la dimisión de su líder como ministro de Exteriores.

El dirigente democristiano Luís Queiró precisó que los dos ministros que aún tienen en el Ejecutivo no renunciarán y que su presidente y dimisionario ministro de Exteriores, Paulo Portas, se reunirá "en breve" con Passos Coelho para encontrar "una solución fiable para la gobernación" del país.

Portas, en desacuerdo con el nombramiento de una nueva ministra de Finanzas, presentó ayer la renuncia, "irrevocable" pero no aceptada por Passos Coelho, y puso en riesgo la mayoría parlamentaria de la alianza conservadora de Gobierno.

Queiró, que ejerció como portavoz de la formación, advirtió en una escueta declaración al país, que para mantener viva la coalición conservadora será "esencial" que Passos Coelho asegure al CDS-PP que su voz será escuchada en el seno del Gobierno.

"Debemos confirmar que tendremos una contribución efectiva en la definición de las políticas de la mayoría", insistió.

Los dos ministros que pertenecen al Centro Democrático Social Partido Popular (CDS-PP) colocaron su cargo a disposición del partido, explicó, pero su Comisión Ejecutiva Nacional decidió que no presentarán la dimisión.

"Creemos importante que Assunçao Cristas -titular de Agricultura- y Pedro Mota Soares -responsable de la cartera de Solidaridad y Seguridad Social- continúen desempeñando sus funciones para no dificultar la superación de esta crisis política", argumentó Queiró.

Después de una reunión que se prolongó durante cerca de tres horas, los dirigentes del CDS-PP (el grupo más a la derecha del Parlamento) optaron así por aceptar la invitación, ayer, del primer ministro, a la recuperación del consenso en el seno de la alianza de gobierno.

"En una democracia madura, un Gobierno de coalición con una fuerte mayoría de diputados no puede ser puesto en cuestión, si no es por divergencias de enorme gravedad", recalcó Passo Coelho para justificar su decisión de no aceptar la dimisión de Portas.

La crisis de gobierno abierta ayer, la más grave desde la victoria conservadora en las elecciones de 2011, volvió a colocar a Portugal en la mira de los mercados, que penalizaron hoy su deuda soberana con una fuerte subida de intereses y hundieron la cotización de la Bolsa lisboeta.

La oposición de izquierdas, por su parte, reclamó la convocatoria de comicios anticipados, y el Partido Socialista dio hoy un paso más y propuso la fecha del 29 de septiembre, coincidiendo con las elecciones municipales.

El secretario general de los socialistas, António José Seguro, defendió la necesidad de llamar a los ciudadanos a las urnas porque, en su opinión, el país precisa de "un Gobierno fuerte", sin las diferencias exhibidas por la actual coalición conservadora.

El presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, no se ha pronunciado de momento sobre la crisis, aunque tras reunirse hoy con Seguro ha convocado a partir de mañana, jueves, al primer ministro y los demás partidos.

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