Los iraquíes comienzan a votar con deseo de cambio y entre estricta seguridad

  • Los iraquíes comenzaron hoy a votar para elegir un nuevo Parlamento entre grandes medidas de seguridad y con el anhelo de un cambio en el modo de gobernar el inestable país, marcado por la división política y la violencia.

Mohamed Siali

Bagdad, 30 abr.- Los iraquíes comenzaron hoy a votar para elegir un nuevo Parlamento entre grandes medidas de seguridad y con el anhelo de un cambio en el modo de gobernar el inestable país, marcado por la división política y la violencia.

Los votantes tienen que superar para entrar en los colegios electorales tres puestos de control de la Policía, el Ejército y las fuerzas especiales, donde son identificados y registrados, según pudo constatar Efe.

Hay francotiradores apostados en los edificios altos y agentes en las azoteas de algunos colegios -a los que los uniformados tienen prohibido entrar con armas-, mientras que helicópteros militares sobrevuelan continuamente Bagdad.

Pese a estas medidas de seguridad, al menos diez personas han muerto hasta ahora por el estallido de varios artefactos cerca de colegios electorales en distintos puntos del país.

La participación en el colegio electoral ubicado en el Instituto Al Saadún, en el centro de Bagdad, al igual que en otros de la zona, fue media al inicio de la jornada electoral y la votación se desarrolló con fluidez.

"Esperamos todo lo bueno de estas elecciones. Y aunque continúe el Gobierno actual queremos que cambie su método", dijo a Efe el comerciante Arkan Jalifa, de 41 años, después de depositar su voto en la urna.

Esa necesidad de cambio la expresaron varios votantes. Unos abogan por la llegada de la oposición al poder y otros optan por un mayor apoyo parlamentario para la actual coalición gobernante, para que esta no dependa del respaldo de más grupos.

El primer ministro saliente iraquí, Nuri al Maliki, dio hoy por ganadora a su coalición, la chií Estado de Derecho al acudir a votar, e instó a "superar el principio de las cuotas (confesionales) y establecer un Gobierno en base a la mayoría parlamentaria".

Otro votante, el jubilado Ibrahim al Basri, afirmó también a Efe que desea "un cambio". "He votado por un candidato pariente, igual que toda mi familia, porque no es un corrupto", subrayó.

Basri es de los que prefiere que no continúe en el Gobierno la alianza de Al Maliki, aunque lamentó que "los iraquíes no tienen muchas opciones para elegir".

El principal rival de Estado de Derecho es la coalición laica Al Iraquiya, que en estos comicios no se presenta unida a la Alianza Nacional Iraquí (de confesión chií).

Unos veinte millones y medio de iraquíes están llamados a las urnas, en las primeras elecciones desde la retirada definitiva de las tropas estadounidenses del país y las cuartas desde la caída del régimen de Sadam Husein en 2003.

La circulación de los vehículos en las calles de Bagdad está prohibida durante toda la jornada electoral de acuerdo con el plan de seguridad establecido por las autoridades, por lo que los votantes se desplazan andando a los colegios.

Estos inconvenientes no hacen pensar sin embargo en una baja participación.

El director del centro electoral Al Saadún, Saad Husein, informó a Efe de que, por su experiencia en la supervisión de otras elecciones, la densidad de participación aumentará a partir del mediodía y será más masiva en los barrios populares.

Por su parte, el presidente del Parlamento saliente, Usama al Nuyaifi, de la coalición laica Iraquiya, dijo tras depositar el voto que "el proceso electoral se desarrolla en buenas condiciones pese a algunas irregularidades registradas".

Estas elecciones serán seguidas por 1.057 observadores internacionales, la mayoría de ellos miembros de las delegaciones diplomáticas, además de por 97.939 observadores locales, según datos de la Comisión Electoral.

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