Los líderes de la Eurozona respaldan a Grecia con promesas de ayuda

  • Bruselas.- Los líderes de los dieciséis países de la zona euro han expresado hoy su apoyo público al Gobierno griego en el colosal desafío de sanear sus finanzas públicas, con la promesa de que acudirán en su ayuda si fuera necesario.

Bruselas.- Los líderes de los dieciséis países de la zona euro han expresado hoy su apoyo público al Gobierno griego en el colosal desafío de sanear sus finanzas públicas, con la promesa de que acudirán en su ayuda si fuera necesario.

Las especulaciones que precedieron a la reunión y que giraron en torno a un supuesto plan europeo de rescate para Grecia, un socio del euro con dificultades crecientes de financiación, se han traducido finalmente en una simple declaración política de apoyo.

Antes de la reunión informal de los gobernantes de la Unión Europea, los principales protagonistas llegaron a un acuerdo sobre el mensaje que iban a dirigir a los mercados, para bajar la presión sobre los bonos griegos y hacer frente a las turbulencias de los últimos días.

El encargado de leer la "declaración" ante las cámaras fue el presidente de la UE, el belga Herman Van Rompuy, después de una serie de encuentros mantenidos esta mañana con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro griego, George Papandreu, así como con los dirigentes de los principales órganos rectores de la unión monetaria.

El texto supone una amonestación en toda regla a Grecia, aunque sin citarla, pero también la primera declaración pública en la que Alemania y Francia, especialmente, asumen tácitamente la responsabilidad última de la estabilidad financiera en la Eurozona.

"Los miembros de la zona euro tomarán medidas decididas y coordinadas, si fuera necesario, para salvaguardar la estabilidad financiera en la zona en su conjunto", afirma la declaración leída por Van Rompuy.

Qué tipo de medidas pueden ser ésas no queda dicho, pero sobre la cuestión continuarán trabajando los ministros de Finanzas del Eurogrupo.

El Tratado prohíbe expresamente a las instituciones europeas financiar directamente el endeudamiento de un miembro de la zona euro, por lo que habrían de buscarse otras maneras bilaterales e indirectas de hacerle llegar el dinero al Estado griego, en caso de que viera cortado el suministro normal en los mercados.

El texto deja claro que "el Gobierno griego no ha solicitado ningún apoyo financiero" a sus socios.

Los líderes de la zona -dieciséis de los veintisiete estados de la UE- recuerdan a Atenas que todos "comparten la responsabilidad de la estabilidad económica y financiera" en el área de la moneda única europea.

Los estratosféricos déficit y deuda públicos helenos (12,7% y más del 120% del PIB en 2009, respectivamente) no son el resultado sólo de la crisis económica, sino de años de mala gestión de los recursos públicos y políticas insanas.

"Apoyamos plenamente los esfuerzos del Gobierno griego y su compromiso de hacer todo lo que sea preciso, incluida la adopción de medidas adicionales, para asegurar que se alcanzan los ambiciosos objetivos establecidos en su programa de estabilidad para 2010 y los años sucesivos", afirman los participantes en la reunión.

Los socios esperan que el primer ministro griego, George Papandreu, lleve a la práctica el drástico plan de ajuste negociado con Bruselas, y confirman de hecho que las cuentas públicas griegas van a quedar de ahora en adelante bajo tutela de las instituciones comunitarias.

"Hacemos un llamamiento al Gobierno griego para que aplique todas esas medidas de manera rigurosa y determinada, a fin de reducir de forma efectiva el déficit público en cuatro puntos porcentuales en 2010", indica la declaración.

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE adoptarán en su próxima reunión, prevista el martes que viene en Bruselas, recomendaciones precisas para Grecia, basadas en la propuesta que ya ha elaborado la Comisión Europea, y en las medidas adicionales que el propio Gobierno griego ha anunciado.

La Comisión, según el documento, "vigilará estrechamente el cumplimiento de las recomendaciones", en estrecho contacto con el Banco Central Europeo.

Los socios de la moneda única están de acuerdo asimismo en que la Comisión de la UE propondrá "medidas adicionales" de ajuste, si las cuentas lo requieren, "basándose en la pericia del Fondo Monetario Internacional".

Queda descartado, por lo tanto, un acceso a los recursos del FMI, aunque no a su experiencia técnica.

La primera evaluación de esta vigilancia estrecha será realizada en marzo.

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