Los mineros se acercan a la mitad de la galería tras una segunda microvoladura

  • Los trabajadores han logrado alcanzar el metro y medio de longitud de los 3,8 metros que se prevén que hay hasta donde se encuentra Julen.
Rescate Julen
Rescate Julen
Efe

Nada está siendo fácil en la misión de llegar hasta Julen. Pero los mineros están dispuestos a no ceder. La galería para rescatar a Julen, el niño de dos años que cayó a un profundo y estrecho pozo en Totalán (Málaga) ha alcanzado ya el metro y medio de longitud de los 3,8 necesarios y ha obligado a ejecutar una segunda 'microvoladura' durante la madrugada. Es decir, que ya están a mitad de camino. Y todo, pese a las complejas condiciones del terreno que han requerido de la intervención de la Guardia Civil, según ha informado la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

Los mineros desplazados desde Asturias que perforan el subsuelo habían alcanzado tras las primeras horas de trabajo una longitud de un metro en su afán por encontrar al pequeño desaparecido. Los integrantes del equipo han ampliado, además, el diámetro de la cavidad, tras lo que han procedido a apuntalar el espacio, según informa Efe.

La brigada minera, que empezó a trabajar en la galería a las 17.33 horas de este jueves, cifró inicialmente en 24 horas el tiempo necesario para excavarla de forma manual. Se trata de una operación laboriosa porque los mineros deben subir y bajar de dos en dos en una cápsula a través del túnel. Lo hacen en una cápsula diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno; y fabricada por dos herreros malagueños.

El terreno donde se encuentra el pozo ya presentó dificultades de dureza cuando se perforó un túnel vertical paralelo de 60 metros, lo que demoró el plazo inicial establecido para este trabajo, previo al de los mineros. Hasta pasadas las 02.30 horas continuaba en las cercanías del lugar del suceso un pequeño grupo de personas que ha participado en una vigilia en favor de Julen y su familia y en la que en un primer momento han estado también los padres del menor, José Roselló y Victoria García.

Un total de veintiséis efectivos, de los que ocho son de la Brigada de Salvamento Minero, diez guardias civiles -ocho especialistas de montaña y dos de actividades subacuáticas- y ocho bomberos del Consorcio Provincial, participan en la operación.

Desde la tarde del pasado miércoles hay un helicóptero de la Guardia Civil estacionado en una zona próxima a la del rescate, dotado para volar de manera autónoma por la noche si fuera necesario. Asimismo, hay habilitada otra zona en las inmediaciones para que un helicóptero medicalizado pueda tomar tierra y desde el primer día hay una UVI móvil.

Los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa tendrán que cavar manualmente unos cuatro metros en horizontal pero con una inclinación, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el niño. Estos especialistas, considerados un cuerpo de elite, cavarán la galería horizontal desde la ventana abierta en uno de los tubos, a la profundidad establecida, con palas y martillos neumáticos de aire comprimido. Irán con mascarillas, detectores de oxígeno y estarán en contacto con el operativo vía telefónica.

"Ningún minero se queda en la mina, y Julen en estos momentos es un minero", ése es el espíritu de la brigada de salvamento minero desplazada desde Asturias. Y con esa determinación sigue la operación. 

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