Washington, 22 ene.- El matrimonio Obama asistió hoy, en compañía del vicepresidente Joseph Biden y su esposa, al servicio interreligioso que se celebra tradicionalmente en la Catedral Nacional de Washington tras la ceremonia de investidura presidencial.
El mandatario de EE.UU., Barack Obama, y su esposa, Michelle, que llevaba un abrigo y un vestido en tonos crudos, se sentaron en la primera fila al lado de Biden y su esposa, Jill, que lucía un abrigo morado con un broche.
A la jornada de oración de hoy, una tradición que se remonta a la época de George Washington, asistieron unos 2.200 invitados y prominentes clérigos de todas las confesiones cristianas, así como del islam, el judaísmo y la tradición sij.
Se trata de dar un "impulso espiritual" al presidente recién investido, en este caso Obama, quien juró ayer su cargo para un segundo mandato en una ceremonia pública y multitudinaria ante el Capitolio.
"La razón por la que nos reunimos para orar es porque queremos lo mejor para nuestro país", dijo el cardenal Donald Wuerl, arzobispo de la archidiócesis católica de Washington, al entrar en la catedral.
El sermón central del servicio estuvo a cargo del reverendo Adam Hamilton, líder de una iglesia metodista de 16.000 miembros en Kansas.
Además, por primera vez se incluyó entre los oradores a una líder religiosa abiertamente homosexual, Nancy Wilson, de la Comunidad Metropolitana de Iglesias (MCC).
Entre los asistentes al servicio, que no incluyó palabras de Obama, estaban los secretarios de Justicia, Eric Holder; de Transporte, Ray LaHood, y de Interior, Ken Salazar, así como la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes del Congreso, Nancy Pelosi, y el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick.
La Catedral Nacional de Washington es una de las más grandes del mundo y ha sido escenario de varias ceremonias en honor de los presidentes de EE.UU..
El templo, de estilo gótico, anunció a comienzos de enero que empezará pronto a oficiar casamientos de personas del mismo sexo.
Esta tarde los Biden participarán en una reunión privada con miembros del Comité Nacional Demócrata (DNC) y a continuación asistirán, de nuevo con Obama y la primera dama, a un baile de gala con personal de la Casa Blanca y el Gobierno.
Con ese baile se pondrá fin a cuatro días de celebraciones y actividades con motivo de la segunda investidura presidencial de Obama.
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