La joven ilicitana Patricia Aguilar ya ha regresado a casa tras estar más de un año en una secta en Perú que fue desarticulada el mes pasado tras el arresto de su líder. Un final feliz a una historia que empujó a su padre, Alberto Aguilar, a recorrer el país sudamericano hasta dar con ella y poder liberarla. Ahora, de vuelta a España con el bebé que tuvo durante su cautiverio, sus padres quieren protegerla y han pedido este lunes que no se le persiga y se proteja su privacidad.
En una rueda de prensa multitudinaria en la sala del Consell del Ayuntamiento de Elche (Alicante), en la que han estado presentes Alberto Aguilar, la portavoz de la familia Noelia Bru y la abogada de la asociación SOS Desaparecidos Maite Rojas, se ha pedido respeto y privacidad para la joven y que "no se la persiga". "Ella es una víctima y tiene que retomar su vida. Le choca que sea ahora el centro de atención", ha dicho Bru.
Por su parte, Alberto Aguilar ha afirmado que "la pesadilla acabó cuando fueron localizados" su hija y su bebé en la selva peruana, y ha dejado claro que Patricia "ha vuelto por voluntad propia", tras permanecer año y medio en Perú. Por ello, quieren proteger tanto a Patricia como a su bebé, que tienen que superar todavía el shock por lo vivido en este tiempo.
Por otra parte, los familiares han incidido en la "falta de leyes" que legislen casos como el suyo, ya que se encuentran "desprotegidos" y "les puede pasar a cualquiera". Noelia Bru, ha solicitado además un protocolo y formación policial "para saber cómo actuar en estas situaciones", así como un observatorio para la prevención y centros de ayudas a las víctimas captadas por sectas.
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