Zaragoza, 29 nov.- Los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón han valorado hoy el proyecto de fusión entre Ibercaja y Caja3, salvo IU, que respeta la decisión aunque rechaza la "bancarización" de las cajas, si bien todos han coincidido en su preocupación por el impacto que puede tener en el empleo.
Ante la reunión hoy de los consejos de Ibercaja y Caja3 para decidir si avalan la fusión, el portavoz del PP, Antonio Torres, ha considerado una "buena noticia" que exista un banco "fuerte" con origen y ubicación en Aragón y ha destacado la independencia y criterios profesionales en las decisiones de ambas entidades, aunque ha admitido que toda fusión tiene connotaciones negativas, como el cierre de oficinas y pérdida de empleo.
En declaraciones a Efe, el portavoz del PSOE, Javier Sada, ha recalcado que el PSOE siempre ha apostado por un proyecto "netamente aragonés" y que la fusión de Ibercaja y Caja3 es una "magnífica noticia" para Aragón, para el futuro de los proyectos estratégicos de la Comunidad y para la seguridad de los impositores, aunque también ha mostrado su preocupación por el empleo y ha defendido que cualquier reestructuración de personal se pacte con los sindicatos.
El portavoz del PAR, Alfredo Boné, ha calificado la fusión de "muy positiva" para Aragón, generadora de "esperanza" para que la entidad resultante haga posible las ayudas que necesitan las empresas y autónomos aragoneses y siga contribuyendo al desarrollo de los proyectos "netamente aragoneses", aunque también ha mostrado su preocupación por las consecuencias que puede tener en el empleo.
El portavoz de Economía de CHA, José Luis Soro, ha calificado de "gran noticia" que al final vaya a haber un banco con domicilio social en Aragón, aunque ha mostrado su preocupación por el impacto que la fusión puede tener en el empleo, especialmente en Caja Inmaculada, y también por la posible entrada de capital privado en el accionariado del banco resultante.
Finalmente, el portavoz de IU, Adolfo Barrena, ha manifestado su respeto a las decisiones de Ibercaja y Caja3, aunque ha rechazado las fusiones porque siempre son "a costa" del empleo -y en este caso buscar alternativas debe ser la prioridad-, en un proceso de "bancarización" de las cajas de ahorro que antepone el interés financiero al social y que conllevará la pérdida en Aragón de inversiones a través de las obras sociales.
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