Los preparativos de los sirios que buscan partir a Alemania como sea

  • Cuando su cliente le pregunta tímidamente cuál es la mejor mochila, Walid, un comerciante de un mercado de Damasco, adivina de inmediato que su interlocutor ha decidido partir por mar a Alemania, país sinónimo de esperanza.

"Vendo unas 20 al día a clientes de todas las edades, a familias enteras. No es necesario preguntar nada, es la mochila de los refugiados", afirma Walid en el mercado Al Jija, situado en el corazón de Damasco.

Mostrando una mochila amarilla, este vendedor explica a una joven pareja que es impermeable, que flota, y destaca su comodidad para largas caminatas. Añade que se puede quitar fácilmente en caso de peligro.

Después de cuatro años de guerra, para mucho sirios es hora de irse: en avión quienes obtuvieron un visado, en precarias embarcaciones para quienes tuvieron menos suerte.

En este mercado especializado en artículos de viaje, otro comerciante, Abu Mohamad, asegura que se venden unas 1.000 mochilas diarias.

La demanda es tal que en el primer piso se instalaron talleres especiales de fabricación.

En las aceras, las maletas con ruedas apenas encuentran compradores. "Las llamo las maletas-visado, para quienes viajan por la vía legal, pero vendo pocas. Dos o tres al día", explica Walid.

Quienes optaron por la vía legal pidiendo un visado, en su mayoría sirios con profesiones liberales o estudiantes, deben tener un buen nivel de alemán.

Después de que el instituto cultural alemán Goethe cerrara sus puertas al iniciarse el conflicto en 2011, al menos 25 escuelas empezaron a enseñar ese idioma, con casi un millar de alumnos.

El instituto de idiomas "Ibn Sina" de Damasco reemplazó todos sus cursos de inglés por el alemán "ante semejante demanda", explica a la AFP su director, Mohamad al Omari.

En las paredes de las aulas de este centro se colgaron mapas de Alemania con los nombres de las ciudades en esa lengua.

Mumen Zarzur, un médico de 26 años, quiere continuar en Alemania su especialización en gastroenterología "gracias a las facilidades que ofrece Berlín", que este año podría acoger hasta a un millón de refugiados.

Para solicitar un visado a la embajada de Beirut, "debo probar que he seguido cursos de alemán y depositar una garantía de 8.200 euros", afirma.

Interrogado por la AFP, un responsable alemán indicó que el número de visados acordados actualmente es cinco veces superior a los 6.500 aprobados en 2011. Se trata de permisos por motivos humanitarios, reagrupación familiar o estudios.

El aprendizaje de la lengua se convirtió en un gran tema en las redes sociales, a menudo abordado con ironía. "Quien inventó 'Aprenda alemán en cinco días sin profesor' es un gran mentiroso", escribió un usuario de Facebook.

Los sirios sueñan con Alemania y su política de acogida de refugiados. Su canciller, Angela Merkel, ha sido apodada "Mamá Merkel" y es representada con los atuendos tradicionales sirios en las páginas de Facebook.

Con motivo del Eid Al Adha, la fiesta musulmana del sacrificio, un sirio colgó una foto de una oveja con gafas de sol, la mar de feliz: "A Dios gracias, me escapé de Siria antes del Eid y llegué a Alemania".

"Alemania, Alemania, partimos a Alemania con los traficantes. Si no podemos llegar a Turquía, pasaremos por España, Francia, o Austria", cantan dos sirios en Facebook.

A Ahmad, de 30 años, titulado en administración de empresas, le negaron el visado el año pasado. "Si me lo vuelven a rechazar, me voy por mar. En vez de pagar una garantía de 8.200 euros para el visado, pagaré la mitad a un traficante".

"Corro el riesgo de morir en el mar, pero quedándome aquí, seguro que muero", afirma.

"Todos mis amigos se fueron. En Damasco tengo la impresión de estar en el exilio".

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