Los rebeldes congoleños toman la ciudad de Goma y ponen en jaque al Gobierno

  • El rebelde Movimiento M23 tomó hoy la estratégica ciudad de Goma en la República Democrática del Congo (RDC), lo que ha provocado la huida de miles de personas, mientras el Gobierno pidió a la población movilizarse contra los insurgentes.

Prince Yassa

Kinshasa, 20 nov.- El rebelde Movimiento M23 tomó hoy la estratégica ciudad de Goma en la República Democrática del Congo (RDC), lo que ha provocado la huida de miles de personas, mientras el Gobierno pidió a la población movilizarse contra los insurgentes.

Los rebeldes del M23 se apoderaron hoy con relativa facilidad de la ciudad de Goma, de unos 400.000 habitantes y capital de la provincia oriental de Kivu del Norte, rica en recursos minerales.

La captura de la ciudad ocurrió después de varios días de combates en las cercanías de la urbe entre los insurgentes y las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC), apoyadas por la Misión de la ONU en el país (MONUSCO) y milicias locales.

El M23 se hizo también con el control del aeropuerto de Goma, que estaba custodiado a primera hora de la mañana por los "casos azules" de la misión de la ONU en la RDC (MONUSCO), pero que, finalmente, sucumbió a la presión de los rebeldes.

El portavoz de la MONUSCO, Mounoubai Madjoje, confirmó a Efe por vía telefónica que "los insurgentes del M23 están ya infiltrados en la capital de Kivu del Norte, Goma, desde esta mañana".

"No vemos a las FARDC. Nuestras tropas siguen trabajando para proteger a la población, mientras que muchos de los soldados de las FARDC han huido", remarcó Madjoje.

Testigos citados por Radio Okapi, emisora promovida por la MONUSCO, aseguraron que las fuerzas gubernamentales abandonaron Goma en dirección a la localidad de Sake, a unos 27 kilómetros, tras intentar repeler la ofensiva de los rebeldes.

El portavoz del Gobierno congoleño, Lambert Mende, alegó que se trata de un repliegue estratégico de las FARDC y subrayó que el Ejército no se da por vencido: "Lucharemos -aseveró- hasta derramar la última gota de sangre".

Según Radio Okapi, los rebeldes, que controlan las principales calles de la capital, han pedido a la población que continúe haciendo su vida con normalidad, aunque algunos vecinos no ocultaron su sorpresa por la entrada del M23 en la urbe.

"Yo no pensaba que el M23 pudiera llegar a tomar el control de nuestra ciudad", dijo un residente citado por radio Okapi.

Desde Kinshasa, el presidente de la RDC, Joseph Kabila, urgió hoy al pueblo y a todas las instituciones nacionales a permanecer en calma y movilizarse para combatir a los insurrectos.

"Ya hemos vivido situaciones parecidas en el pasado. Permanezcamos en calma, porque la victoria es segura", recalcó el jefe de Estado, en un discurso emitido por la Radio Televisión Nacional Congoleña (RTCN).

"Pido la participación de toda la población en la defensa de nuestra soberanía", agregó Kabila, antes de viajar a Kampala para asistir a una reunión extraordinaria de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (ICGLR) que abordará el conflicto.

El presidente hizo ese llamamiento después de que su Gobierno rechazara una oferta de diálogo planteada este lunes por el M23.

El acoso de los rebeldes está teniendo también repercusiones humanitarias, ya que 60.000 refugiados han huido para salvar sus vidas del campamento de Kanyaruchinya, a 10 kilómetros de Goma, indicó hoy la ONU.

En ese sentido, la organización Médicos Sin Fronteras (MDS) comentó en un comunicado que "decenas de miles de personas han huido" con motivo del avance del M23 sobre Goma.

"El ambiente en la ciudad es tenso. La gente está preocupada", apuntó Grace Tang, jefa de misión de MSF en Goma, al recalcar que "los enfrentamientos que durante meses forzaron a cientos de miles de personas a dejar sus hogares" han alcanzado ahora la capital.

Además, la comunidad internacional ha condenado la ofensiva rebelde por temor a que la contienda pueda cobrar una dimensión regional, pues varios informes de la ONU y de ONG señalan a Ruanda y Uganda como actores en el conflicto en apoyo de los rebeldes, aunque ambos países han negado rotundamente su participación.

El M23 lo forman un grupo de soldados congoleños amotinados y fieles al rebelde Bosco Ntaganda, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y contra la humanidad.

Los rebeldes se sublevaron el pasado abril para protestar por la pérdida de poder que había impuesto el Ejecutivo de Kinshasa a su líder, y reclaman nuevas negociaciones con el Gobierno.

Ntaganda, con un amplio historial de motines, se integró hace dos años en el Ejército de la RDC al contribuir a la pacificación de Kivu del Norte tras ayudar a detener, en 2009, a Laurent Nkunda, antiguo señor de la guerra y general del Ejército congoleño.

La RDC está inmersa aún en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos, y tiene desplegada la mayor misión de paz de la ONU.

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