El Cairo, 18 nov.- Los ataques lanzados hoy por los rebeldes sirios contra el barrio damasceno de Mezzeh y contra un cuartel en Alepo (norte) se unen a sus redoblados esfuerzos por recuperar la iniciativa militar en los últimos días.
El distrito residencial de Mezzeh fue blanco de un "ataque masivo" con proyectiles que causó un número indeterminado de víctimas, según informaron a Efe fuentes oficiales.
Varias casas de este barrio, situado en el oeste de la capital y sede de embajadas, han quedado reducidas a escombros, mientras que numerosos coches han sido destruidos.
Este ataque fue confirmado por la agencia oficial Sana, que explicó que "grupos terroristas", como el régimen suele referirse a los rebeldes, lanzaron dos proyectiles de mortero contra zonas residenciales de este barrio.
La agencia agregó que un primer proyectil cayó en una avenida muy concurrida detrás de varias escuelas de primaria femeninas, lo que causó dos heridos graves, mientras que el segundo impactó en un edificio en construcción, cerca de una farmacia.
Las fuerzas del régimen y los rebeldes libraron, además, duros combates en el barrio de Al Asali, en el sur de la capital, donde otras zonas sufrieron intensos bombardeos con artillería pesada efectuados por el Ejército gubernamental.
En el marco de su ofensiva para ganar terreno al régimen de Bachar al Asad, los combatientes rebeldes lograron hacerse hoy con el control de la base del Batallón 46 en la provincia septentrional de Alepo.
Un activista de Alepo, identificado como Abu Omar, explicó a Efe vía internet que numerosos efectivos del régimen han sido hechos prisioneros, entre ellos el comandante del batallón.
"La importancia de esta gran base militar radica en que es el punto de enlace entre Alepo y la provincia de Idleb", agregó Abu Omar, quien apuntó que la mayoría de los bombardeos en el oeste de Alepo se efectuaban desde este cuartel.
Los opositores Comités de Coordinación Local indicaron, por su parte, que los insurgentes "liberaron" la base y se apoderaron de diez tanques, tras varias jornadas de combates y un asedio de más de cincuenta días.
En esta zona, los rebeldes también dominaron la escuela agrícola y una sede del partido gubernamental Al Baaz, según los activistas.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que los combates en esta zona causaron la muerte a dos rebeldes y un número indeterminado de bajas entre las fuerzas del régimen.
En paralelo a estos enfrentamientos, las tropas gubernamentales bombardearon varias localidades del oeste de esta provincia, como Kafr Taal y Orm al Kubra, así como el barrio de Abzemo, en la ciudad de Alepo.
Sobre la situación en Alepo, la agencia Sana apuntó que una unidad de las Fuerzas Armadas destruyó cinco coches de los terroristas dotados de ametralladoras y cargados de armas y municiones en el barrio de Al Shukari.
También en la provincia oriental de Deir el Zur, el Ejército abatió a una decena de "terroristas" en la ciudad de Al Bukamal, según Sana, que también informó de que las fuerzas gubernamentales causaron bajas a los "terroristas" en el barrio de Al Yubeila de Deir el Zur, incluido un supuesto cabecilla del islamista Frente al Nusra.
Estos choques se producen un día después de que los rebeldes tomaran el control del aeródromo de Al Hamdan, en Deir el Zur, que era usado por aviones de combate y helicópteros para atacar Al Bukamal y otras localidades próximas a la frontera iraquí.
Los opositores consideran que esa base era el último reducto de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, en la provincia oriental de Deir el Zur.
Esta provincia ha sido escenario en los últimos días de duros combates entre ambos bandos que se han traducido en un avance de los rebeldes en varios frentes.
El pasado jueves, los insurgentes derribaron un caza Mig-23 en la ciudad de Al Bukamal con baterías antiaéreas, de acuerdo al jefe del Consejo Militar rebelde de Deir el Zur, Mohanad Tala.
El dirigente rebelde dijo, además, que sus hombres tomaron el control del cuartel de la Seguridad Militar, asediado desde hace una semana.
La violencia se recrudece en Siria en medio de la parálisis de los esfuerzos mediadores, que no han logrado poner fin a un conflicto que comenzó en marzo de 2011 y ha derivado en una guerra civil.
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