Los sondeos apuntan a un relevo de Sarkozy en la presidencia de Francia

Javier Alonso

París, 13 abr.- Los últimos sondeos para las elecciones presidenciales en Francia del 22 de abril y el 6 de mayo próximos auguran el relevo en la jefatura del Estado del conservador Nicolas Sarkozy por el socialista François Hollande.

La jefatura del Estado, en manos de Sarkozy desde 2007, puede pasar por lo tanto bajo control del primer partido de la oposición tras estas elecciones, las décimas bajo la vigente V República para elegir presidente y a las que están llamados 45 millones de franceses.

Diez candidatos se enfrentan, por sufragio universal directo, en la primera vuelta y, salvo que uno de ellos consiga la mayoría absoluta -lo que no ha ocurrido nunca hasta ahora-, los dos más votados pasarán a la segunda convocatoria.

Según uno de los últimos sondeos, del instituto demoscópico Ifop, Hollande ganará el 6 de mayo, pero el aspirante a la reelección ha acortado distancias en las últimas jornadas.

Sarkozy logrará el 28,5 % de los votos en la primera vuelta, pero solo el 47 % en la segunda, mientras que el candidato socialista, con un 27 % de intención de voto para el 22 de abril, se proclamará presidente con un 53 % de los sufragios el 6 de mayo, de acuerdo con dicha encuesta, que en general confirma la tendencia de otras.

Algunos sondeos, sin embargo, ponen a Hollande ya por delante de Sarkozy en la primera vuelta, pero ninguno prevé que los otros candidatos puedan hacerles una competencia real, salvo que se produzca una enorme sorpresa.

Ésta tendría que ver con el sentido final del voto de los jóvenes -muchos de ellos partidarios del ultraderechista Frente Nacional, según un reciente sondeo- y de los indecisos, en unos comicios que pueden arrojar una abstención histórica.

Además de Sarkozy y Hollande, se presentan a los comicios otros ocho candidatos, de los que Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda, y la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional, se disputan la tercera plaza en las intenciones de voto, de acuerdo con algunos sondeos.

También concurren la ecologista franco-noruega Eva Joly; la ultraizquierdista Nathalie Artaud; el centrista François Bayrou; el soberanista Nicolas Dupont-Aignan; el trotskista Philippe Poutou y el gaullista de izquierdas Jacques Cheminade.

De confirmarse el paso a la segunda vuelta de Sarkozy y Hollande, los franceses vivirán desde el 23 de abril dos intensas semanas de recta final de campaña que pueden concluir con un cambio de inquilino en el palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.

Aún se desconoce si, en caso de que ambos pasen el filtro de la primera ronda, se enfrentarán en un debate en televisión, puesto que Hollande ha rehusado avanzarlo por considerar que la invitación de Sarkozy en este sentido supone admitir la presunción del conservador de que el 6 de mayo serán rivales.

La precampaña electoral -la campaña oficial comenzó el 9 de abril- estuvo dominada por la comparecencia cotidiana de los candidatos, pero la ley limita ahora estrictamente los tiempos en los medios de comunicación y no ha habido debates entre los aspirantes a la jefatura del Estado.

Esto contrasta con el debate público que existe en Francia debido a las elecciones, con una amplia presencia de las propuestas electorales en todos los medios e incluso las varias decenas de libros publicados con ocasión de los comicios.

El último tramo de la campaña ha estado dominado, a propuesta de Sarkozy, que fue el primero en mencionarlo, por las continuas referencias a la situación económica de Francia en comparación con España y Grecia, cuya situación el presidente puso de ejemplo de lo que les espera a los franceses si votan al socialista.

La cita con las urnas no acaba en Francia el 6 de mayo puesto que los ciudadanos están llamados de nuevo a votar en el mes de junio, cuando están convocadas las elecciones legislativas, destinadas a renovar la Asamblea Nacional y el Senado, y que completarán la actualización de la representación política del país.