Madrid. Botella y lissavetzky se llaman mutuamente "vagos" por la pasada huelga de limpieza


La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, se intercambiaron hoy sendas acusaciones de falta de diligencia a cuenta de la pasada huelga de limpieza en la capital. Además, los representantes socialistas insistieron en pedir la dimisión de la primea edil madrileña.
Este cruce de acusaciones se produjo durante el pleno mensual del Ayuntamiento de la capital, que tuvo lugar este jueves en el Palacio de Cibeles. En este sentido, la huelga de limpieza fue la cuestión planteada en varias de las preguntas que formularon los grupos políticos de la oposición.
En este sentido, Lissavetzky acusó a Botella de ponerse “de perfil” en la huelga de limpieza por ser una “vaga”, al tiempo que le reprochó que se limitara a esperar a que las empresas y los sindicatos se pusieran de acuerdo. Sostuvo que “Madrid necesita a alguien que se responsabilice de los problemas y no los cree”. Además, el portavoz socialista denunció que el equipo de Botella está conviertiendo la concesión de servicios públicos en una “subasta”.
"INCOMPETENTE"
A su vez, la alcaldesa llamó “vago” a su contrincante por no acudir a ver los contratos en los que supuestamente quedaba claro que el Ayuntamiento no podía prever los expedientes de regulación de empleo. Los dos interlocutores se cruzaron también los apelativos de “impresentable” e “incompetente”, y Lissavetzky le pidió el regalo de Navidad de su dimisión. También el concejal de IU Ángel Pérez acusó a Botella de buscar tácitamente que hubiera despidos en los servicios de limpieza.
Por su parte, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Diego Sanjuanbenito, tuvo a su vez que responder a otras dos preguntas relacionadas con la huelga de limpieza, de la concejal socialista Ruth Porta y del de UPyD Javier María Berenguer.
Porta atribuyó al PP madrileño la intención de desmantelar el Estado y entregarlo al mejor postor, y el error de creer que la resignación y el miedo a perder el empleo iban a disuadir a los trabajadores.
Además, se arrogó el papel del niño del cuento infantil ‘El traje del emperador’ para afirmar lo que, desde su punto de vista, no se atreven a decir los delegados municipales: que Ana Botella “va desnuda” porque es “una pésima oradora” y “no reúne las condiciones ni para liderar un ‘coffee party’ en la Plaza Mayor’. Y pidió, como Lissavetzky, su dimisión, llevándose consigo al delegado de Medio Ambiente.
"CON LA LEY EN LA MANO"
Sanjuanbenito identificó a Porta con “la izquierda radical” y negó connivencias con las empresas privadas. Auguró que la crisis se llevará por delante el estilo político que él percibe en la concejal socialista, tratando de “estirar un conflicto que ya ha concluido” y se reafirmó en que el Ayuntamiento ha hecho lo que tenía que hacer y en que no les “temblará el pulso” para hacer lo que haya que hacer “con la ley en la mano” para garantizar los servicios públicos a los madrileños.
A la pregunta de Berenguer sobre qué había aprendido el Gobierno municipal de la huelga, Sanjuanbenito ya había contestado que la necesidad de regular los servicios mínimos, como de hecho dice que va a hacer el Gobierno central. Además, el concejal de UPyD preguntó por qué en Madrid siempre ganan los contratos las mismas empresas, las que luego aparecen en la prensa como donantes del PP, y nunca acuden empresas extranjeras, insinuando que el desprestigio derivado de tales favores ha influido en que no se concedan a la ciudad los Juegos Olímpicos. El delegado de Medio Ambiente tiró del programa de UPyD para mostrar que también defendía la renegociación de los servicios públicos para reducir el gasto público.

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