El apetito inversor que rodea al panorama inmobiliario de la capital de España no se visibiliza en los suelos industriales y de servicios propiedad del Ayuntamiento de Madrid. La subasta de parcelas terciarias lanzada por el gobierno de Martínez Almeida a finales de agosto solo ha recibido ofertas para dos de las nueve parcelas. Las otras siete quedarán sin adjudicar tras declararse desiertas.
En su intento por repetir el éxito de ventas de suelo residencial, el gobierno municipal madrileño -conformado por Partido Popular y Ciudadanos- ha tratado de enajenar nuevas parcelas públicas, esta vez dedicados a un uso secundario o terciario que escasean en la ciudad, pero abundan en los municipios de la periferia. Con la venta de estas nueve parcelas calificadas para usos industrial o terciario, el área de Desarrollo Urbano preveía ingresar un mínimo de 35,4 millones de euros a las arcas municipales.
Por el contrario, el resultado de la subasta se ha saldado con una rebaja importante de las expectativas. Tan solo dos de estas nueve parcelas han recibido ofertas de los inversores, que han ofertado precios por encima de los 3,1 y 2,4 millones de euros que se fijaron como puja mínima por el consistorio, y que elevan los ingresos a unos 6,5 millones como mínimo.
Parcelas con perspectiva de futuro
La primera de estas dos parcelas está situada en el distrito de Latina, en un terreno colindante al aeródromo de Cuatro Vientos situado en la Avenida de la Aviación. Con una superficie de 5.000 metros cuadrados, incluye una importante carga al tener que ubicar en ella un centro de transformación. Calificada como de uso industrial, permite una edificabilidad máxima de 10.000 m2 en el caso de acoger una industria, o de 8.000 m2 si finalmente se dedica a servicios terciarios.
El segundo suelo se sitúa en el polígono industrial de La Atalayuela, actualmente en desarrollo y que pertenece al distrito de la Villa de Vallecas. Ubicado junto la Carretera de Villaverde a Vallecas, la parcela tiene una superficie total de 7.457,34 m2. Permite una edificabilidad máxima de 7.383 m2 y solo puede ser destinada a servicios terciarios comerciales.
El suelo más grande, desierto
Si había un lote que parecía poder atraer a los inversores, ese era el del Ensanche de Carabanchel. Conformado por dos parcelas colindantes situadas en la calle Juan Mieg 12 y 22, ambas disponían de 20.000 m2 de superficie para un total de 50.000 m2 de edificabilidad. Además, ofrecían la posibilidad de albergar usos alternativos como hospedaje, dotacional o recreativo. Esto elevaba sus cuantías hasta los 15,8 y 3,9 millones de euros, un total de 19,7 millones, pero finalmente también ha resultado desierto.
Junto a ella, tampoco tendrán nuevo dueño otros cinco suelos situados en el Paseo Virgen del Puerto (Arganzuela), calle de Magacela Industrial (Usera), calle Orovilla 20 (Usera), avenida Real de Pinto (Villaverde) y calle Tertulia (Villaverde), este último destinado a albergar oficinas. La resolución del concurso y, en consecuencia, los nuevos propietarios de estas nuevas parcelas se conocerán en las próximas semanas.
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