Margallo admite los beneficios de la alianza de civilizaciones y contempla su permanencia


El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, reconoció hoy los beneficios diplomáticos que puede aportar la Alianza de Civilizaciones, que tan duramente criticó el Partido Popular cuando José Luis Rodríguez Zapatero la puso en marcha, y explicó que no descarta mantenerla en funcionamiento en el futuro.
Durante su comparecencia parlamentaria en la Comisión de Exteriores del Senado, Margallo respondió así a una pregunta del portavoz del Partido Nacionalista Vasco, Iñaki Anasagasti, quien se preguntó "hasta qué punto va a mantener" el nuevo Ejecutivo el proyecto que ideó e impulsó Zapatero.
Margallo reconoció que no tiene una "postura preconcebida" en esta materia por mucho que su partido político denostase esta iniciativa diplomática que en la actualidad forma parte de Naciones Unidas.
"No sé qué hay que hacer con la Alianza de Civilizaciones", dijo el ministro, quien reconoció que en sus orígenes fue "contrario" a su puesta en marcha porque "no tenía contenido". En cambio, admitió que ahora es un proyecto en manos de Naciones Unidas que puede resultar interesante y sobre el que Turquía ha dedicado "mucho tiempo" para convencerle de las "bondades" que entraña.
Margallo se mostró dispuesto a apoyar la permanencia de la Alianza de Civilizaciones si se define con precisión "qué contenido tiene y cómo se financia". "Entonces decidiremos si es buena iniciativa que continúe o no", añadió.
Fuentes del Ministerio de Exteriores precisaron posteriormente que Margallo tiene previsto viajar a Naciones Unidas para entrevistarse con el Alto Representante de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Jorge Sampaio, y tras el encuentro decidirá la postura de España una vez concretados los detalles.
PELIGRO DE ÁFRICA
La comparecencia del ministro de Exteriores sirvió también para poner de manifiesto su enorme preocupación por la situación "extremadamente peligrosa" que se vive en el Sagel africano, con países como Somalia que atraviesan un panorama "tremendo" o Mali, "fuera de control".
Con cuatro cooperantes españoles secuestrados en la zona desde el pasado mes de octubre, Margallo definió la situación como "extremadamente movediza y complicada" y reconoció que es "es uno de los temas que más me angustia" desde que tomó posesión.
Tras subrayar que está haciendo "absolutamente todo lo que podemos" para conseguir la liberación de los cuatro cooperantes españoles secuestrados en África desde el pasado mes de octubre, explicó que el Ministerio habla con las familias "lo más frecuente que podemos" porque concede al asunto la máxima "prioridad".
Por ello, agradeció la "colaboración y discreción" de los grupos de la oposición, convencido de que en este clima será más fácil conseguir la liberación de los cuatro españoles secuestrados.
Asimismo, expresó la delicada situación de Irán, a quien Estados Unidos ha amenazado con emprender acciones de fuerza si persiste en sus amenazas sobre Israel o continúa con el desarrollo de su programa nuclear.
Margallo advirtió de que no es fácil resolver esta cuestión porque Irán tiene el apoyo de otros grandes países y posee "reservas peligrosas", por lo que el escenario que ofrece para el futuro es un "problema muy serio".
DIÁLOGO CON LA OPOSICIÓN
Por su parte, la oposición emplazó al ministro a realizar una labor diplomática desde el consenso y el diálogo con el resto de las formaciones políticas, lo cual se plasmó en un debate sosegado y de buen entendimiento con todos los portavoces, más allá de pequeñas discrepancias.
El portavoz del PSOE, Dimas Sañudo, ofreció el "consenso" y el "diálogo" de su partido para que la política exterior sea una cuestión de Estado durante la presente legislatura.
Sañudo hizo hincapié en la conveniencia de que la Unión Europea avance en la aprobación de una tasa a las transacciones financieras internacionales y la creación de eurobonos comunes para la zona euro que puedan ayudar a salir de la crisis económica.
El senador de la Entesa Joan Sabaté se mostró especialmente preocupado por una posible intervención militar internacional en Irán sin el consenso necesario de Naciones Unidas, al estilo de lo que ocurrió en Iraq en el año 2003.
Asimismo, Sabaté expresó su condena hacia la "represión indiscriminada" que está ejerciendo el régimen de Siria contra su pueblo y puso en cuestión que el abandono de la embajada española pueda ser la mejor solución para mediar en la zona.
Por su parte, el portavoz de CiU, Jordi Vilajoana, expresó su queja sobre la creación de una única Marca España para difundir la cultura y la economía del país por el mundo, dado que hay multinacionales que emplean varias marcas para vender mejor sus distintos productos.
Vilajoana puntualizó que España es un país muy diverso con muchas marcas que no deben perderse por crear una gran Marca España y, en particular, criticó que "pueda comerse otras marcas" como la de Madrid que es "muy potente" o la de Barcelona que es "potentísima".
El senador de Amaiur Urko Aiartza hizo hincapié en la conveniencia de encontrar una "solución dialogada" al conflicto en Oriente Medio, de manera que pueda reconocerse cuanto antes la creación de un Estado palestino.
Al tiempo, reivindicó el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y urgió a que "se ponga en marcha" cuanto antes el reconocimiento de los organismos internacionales.
Por su parte, el senador del PNV Iñaki Anasagasti demandó mayor preocupación del Ministerio de Exteriores por la defensa de los derechos humanos y pidió en particular un "indulto" para el español Francisco Larrañaga, condenado a cadena perpetua en Filipinas por el secuestro, violación y asesinato de dos hermanas en 1997 y que desde el año 2009 cumple su pena en la cárcel española de Martutene.

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