Mariano Rajoy, el escueto presidente: "No voy a necesitar más que dos palabras: es falso"

(Agencia EFE)

Mariano Rajoy es un hombre de pocas palabras y tampoco es dado a dar muchas explicaciones cuando se las pide la oposición o la prensa, y hoy era consciente de que se esperaba de él un comentario claro y directo sobre el 'caso Bárcenas'. Así que el presidente del Gobierno ha tratado, en su discurso ante la cúpula del PP, de no dar muchos rodeos, y a los cuatro minutos de empezar ha llegado su esperadísima reacción a los supuestos pagos que cobró en B.

"No voy a necesitar más que dos palabras: es falso". Así ha comenzado una solemne declaración en la que Rajoy ha asegurado que "nunca" recibió ni repartió dinero en negro, ha subrayado que no se dedica a la política para lucrarse y ha sugerido que, si se hubiese querido enriquecer, habría seguido siendo registrador de la propiedad.

Pero no se ha limitado sólo a esas "dos palabras". También ha tenido tiempo para sugerir oscuras conspiraciones contra su persona, su partido y su Gobierno, reprochar al líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que le haya dado crédito a esta "historia de los sobres" y advertir de que no piensa irse a ninguna parte.

Pues ya está, explicaciones dadas, habrá pensado Rajoy, aunque su equipo de comunicación en el PP y en el Gobierno ha tenido después que escuchar las quejas de buena parte de los informadores, que como es normal prefieren ruedas de prensa con preguntas para contar mejor asuntos como éste cuya gravedad ha reconocido el propio presidente.

No en vano, Rajoy lo ha definido como un "escándalo de grandes proporciones" aunque, eso sí, ha insistido, todo es fruto de un "acoso" ante el cual él no se piensa "encoger". En un partido disciplinado como el PP, y ante una crisis como la que le afecta, la respuesta de los dirigentes no ha sorprendido a nadie: cierre de filas y apoyo unánime al jefe.

Al entrar, todo eran caras largas y muy pocas las declaraciones. Pero al salir, muchos se han apresurado a alabar las palabras de Rajoy, defender la auditoría interna que se está haciendo y valorar que el presidente vaya a hacer públicas sus declaraciones de la renta.

No será el único, porque como han explicado fuentes presentes en la cita, el presidente extremeño, José Antonio Monago, ha pedido que se sumen a este 'destape' todos los barones. Y la dirección del partido ha decidido que así se hará.

Además de escuchar a Rajoy, los populares tenían hoy muchas otras cosas que discutir, como las querellas o acciones legales de otro tipo que se están preparando. Ante quienes como Esperanza Aguirre han pedido premura, la dirección ha explicado que hay que dejar trabajar a los servicios jurídicos para que armen bien las querellas.

Unos y otros han sugerido, aunque sin nombrarlo -nadie parece querer pronunciar la palabra Bárcenas- que entre los denunciados tiene que estar el extesorero del PP imputado en la trama 'Gürtel'. La presidenta del PP madrileño, "sorprendentemente tranquila" como ha comentado a Efe uno de los presentes, ha hecho otra demanda: que se entregase a la prensa el informe de la tesorera Carmen Navarro, y la dirección también le ha asegurado que ya pensaba hacerlo, como así ha sido.

Un informe que no entra en detalles ni cifras -se darán, dicen en el PP, cuando acabe el escrutinio y se remita a la auditoría externa-, pero sí subraya que todas las retribuciones de los altos cargos del partido han estado dentro de la legalidad.

Y claro, también se ha especulado, y mucho, de quién o quiénes han querido hacer públicos los "papeles" publicados por el diario El País. Esos "apócrifos" -así los ha llamado Rajoy- que, como han vuelto a admitir hoy, contienen "algún que otro" dato real aunque todo lo demás sea, insisten, falso.

Pero Rajoy no ha sido el único que ha tenido que defender ante todos su honradez. También le ha tocado a la otra protagonista involuntaria de este encuentro, la ministra de Sanidad, Ana Mato. Mato ha asegurado que en el nuevo informe policial del caso "Gürtel" que refleja regalos de la trama Gürtel a su exmarido -el exalcalde de Pozuelo de Alarcón (Madrid), Jesús Sepúlveda- y su familia no hay "nada nuevo", ha insistido en que ella no tiene ninguna responsabilidad y ha defendido su "absoluta inocencia".

Tres horas ha durado esta reunión extraordinaria de los populares custodiada con un inmenso dispositivo de seguridad -incluido el corte de la calle Génova- que no ha impedido alguna que otra protesta en las cercanías. Ha sido, además, una cita en la que Rajoy ha dedicado apenas un momento para poner en valor sus políticas y asegurar que su Gobierno va por "el buen camino", aunque "todavía no se vean los frutos".

Algo que defenderá, sin duda, ante Angela Merkel en su reunión en Berlín de este lunes que contará, esta vez sí, con una rueda de prensa. Ya veremos cómo se toma la canciller alemana la previsible irrupción del señor Bárcenas.