No se considera enfermedad profesional

Los casos por Covid en primera línea: más de 19.000 sanitarios desde mayo

El sindicato UGT denuncia que los trabajadores en centros de salud enfrentan un riesgo de contraer la enfermedad demasiado elevado como para que la infección se considere un accidente.

Una sanitaria se quita el traje de proteccion en la UCI del Hospital Universitario Ramón y Cajal
Una sanitaria se quita el traje de proteccion en la UCI del Hospital Universitario Ramón y Cajal.
Europa Press

Desde el 11 de mayo, cuando el Ministerio de Sanidad cambió la forma de contar los casos de Covid-19, 19.324 profesionales sanitarios han resultado positivos en coronavirus, según un informe del sindicato UGT con datos del departamento que dirige Salvador Illa. De estos profesionales, se calcula que 2.649 se han contagiado en un centro sanitario, 2.323 en uno sociosanitario, 2.587 en el domicilio, 45 en el entorno escolar y 3.195 en el ámbito laboral. Por ello, a juicio del sindicato, los centros sanitarios y los centros sociosanitarios han sido, especialmente en los meses más duros de la pandemia, lugares con un "elevado riesgo" de adquirir la enfermedad.

"Desde la UGT venimos pidiendo que se considere enfermedad profesional, en lugar de la actual asimilación al accidente de trabajo. Actualmente se está poniendo de manifiesto que la transmisión también se realiza a través de los aerosoles, lo que aumenta el porcentaje de posibilidad de infección en los lugares cerrados, por tanto centros sanitarios y sociosanitarios", ha dicho la secretaria de Sanidad, Sociosanitarios de Dependencia de FeSP-UGT, Gracia Álvarez.

Asimismo, el sindicato ha denunciado las "dificultades" que están teniendo los profesionales del sector sanitario y sociosanitario para que los servicios de riesgos laborales les proporcionen el informe preceptivo para que la infección por Covid-19 sea considerada contigencia laboral. La razón, tal y como ha explicado Álvarez, es que utilizando los equipos de protección individual (EPIs) ya no se pueden contagiar en el centro de trabajo. "Esta razón no nos parece suficiente para que los centros sanitarios y sociosanitario no sean considerados lugares con un elevado riesgo de contraer la enfermedad. Un lugar donde hay una elevada concentración de personas con Covid-19, de hecho más que en ningún otro lugar, aumenta estadísticamente la probabilidad de contagio", ha apostillado.

"Maltrato" a los profesionales sanitarios

Cuando se trabaja a presión, prosigue, el estrés, cansancio y las prisas influyen en que los profesionales puedan llegar a "bajar la guardia" a la hora de ponerse o quitarse los EPIs. "El maltrato que están sufriendo estos trabajadores llega hasta tal punto de que no se califica el contagio como enfermedad profesional", ha añadido la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, Ana García de la Torre.

Por otra parte, el sindicato ha señalado en el informe que hasta el 11 de mayo, 24.460 profesionales sanitarios contagiados tenían entre 15 y 49 años y, de ellos, precisaron hospitalización 1.759, 81 estuvieron en la UCI y fallecieron 8 personas. Además, se contagiaron 16.460 de entre 50 y 69 años, precisaron hospitalización 2.429, 229 estuvieron en la UCI y fallecieron 44. Las personas mayores de 50 años requirieron más bajas laborales y más prolongadas.

"Todo esto provoca un número de bajas importante entre los profesionales, que son también bastante prolongadas por la gravedad de la patología que aumenta con la edad como hemos visto anteriormente. A esas bajas hay que sumar las bajas transitorias por cuarentenas. Por tanto en estos momentos está habiendo un número de bajas importante que, debido a la dificultad de las sustituciones, está haciendo que aumente la presión asistencial. Si a esta situación le sumamos el cansancio físico y psicológico de los profesionales debido a la ola anterior nos encontramos ante unas plantillas, que ya eran justas debido a los límites a las tasas de reposición, agotadas física y psicológicamente", han criticado desde UGT.

Finalmente, en cuanto al ámbito de la dependencia, según datos del IMSERSO, las afiliaciones han disminuido en 1843 (-1,0%) en los servicios sin alojamiento, pasando de 181.706 a 29 de febrero a 179.863 el 31 de julio. En centros residenciales han aumentado 8.653 (3,4%). En total las afiliaciones ligadas a la dependencia han aumentado 6.810 (1,6%), pasando de 434.267 a 29 de febrero a 441.277 a 31 de julio.

Por otro lado los convenios especiales de cuidadores no profesionales han aumentado en 2.175 (3,7%). En el ámbito de los servicios no residenciales, la inmensa mayoría de las trabajadoras tienen contratos a tiempo parcial, que van desde 15 horas hasta 30 horas semanales y muchas veces la jornada diaria está partida en dos. El porcentaje de jornada a tiempo parcial en los centros con alojamiento (residencias) es mucho más bajo que en el caso anterior (10%), pero la presión asistencial es muy grande, habiéndose visto incrementada con la obligada sectorización debida las infecciones por Covid-19.

"Si bien hay que señalar que desde la FeSP-UGT venimos pidiendo que se incrementen las ratios, la relación entre el número de gerocultoras y el número de usuarios, y que esta ratio aumente con el grado de dependencia de los usuarios. Las ratios no son las mismas en todas las CCAA, y la forma de computarlas tampoco, Madrid tiene unas ratios de 0,25 para usuarios de nivel 2 y 0,35 para nivel 3", ha zanjado el sindicato.

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