México, 20 jun.- El presidente de México, Felipe Calderón, y el primer ministro británico, David Cameron, acordaron hoy estrechar la relación estratégica binacional y aprovechar las oportunidades en materia de comercio, turismo e inversión recíproca.
En el marco de la primera visita oficial de Cameron a México, representantes de los dos países firmaron un Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación Turística, que busca fortalecer las estrategias de promoción e incrementar el número de visitantes entre ambas naciones.
Cameron destacó que si bien México es uno de los socios "más fuertes" del Reino Unido en América Latina, en tiempos recientes ambas naciones "no han estado tan cerca como deberían estar", por lo que se pronunció en favor de llevar las relaciones bilaterales a un nuevo nivel.
El primer ministro confió en que "esta visita nos dé el inicio de una nueva era en la relación entre nuestros países".
Destacó la necesidad de duplicar el comercio bilateral, abrir más mercados y acercar las empresas de ambas naciones para que generen empleos y crecimiento.
El Reino Unido es el exportador número uno a Latinoamérica, pero las exportaciones a México apenas representan el uno por ciento, apuntó el gobernante británico, quien viajó acompañado por una nutrida delegación de empresarios de los más diversos sectores.
Por su parte, el mandatario mexicano aseguró que la relación "está en su mejor momento" y coincidió en que el intercambio comercial, que pasó de dos mil millones de dólares en 2001 a cuatro mil 300 en 2011, aún está por debajo de su "enorme potencial".
En el encuentro de hoy, efectuado en la residencia oficial de Los Pinos en Ciudad de México, los líderes hablaron de las oportunidades de cooperación e inversión económica, sobre todo en sectores como el automotor, el aeronáutico y el energético, indicó Calderón en un mensaje a los medios.
Los empresarios británicos "pueden constatar las enormes ventajas competitivas que ofrece México como destino de inversión", dijo el presidente tras destacar el nivel de competitividad del país, sobre todo en el área de manufactura, que lo convierte en el principal exportador (60 %) de América Latina.
También abordaron la importancia de fortalecer el turismo, así como la cooperación en seguridad, educación e intercambio cultural.
Sobre la cumbre del G20 celebrada esta semana en Los Cabos, coincidieron en que se deben resolver "los problemas de la coyuntura, pero, al mismo tiempo, construir una agenda con visión de futuro", dijo Calderón, quien consideró "importantes" los logros del cónclave.
Ambos reivindicaron el libre comercio y rechazaron cualquier medida proteccionista que pueda entorpecer el crecimiento y la generación de empleo.
Tras calificar de "magnífica" la cumbre, Cameron afirmó que México demostró que "ejerce un liderazgo muy fuerte en el mundo" y felicitó a Calderón por impulsar en la agenda del Grupo de los Veinte el crecimiento verde y las energías nuevas.
Al aludir a la Cumbre Río+20 sobre desarrollo sostenible que hoy se inició en Río de Janeiro, Brasil, confió en que allí se enfatice "la necesidad de alcanzar las metas en lo que todo mundo necesita: agua, energía y alimentos".
El gobernante consideró "muy valiente" a Calderón por sus esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado y destacó que deben ser apoyados por "reformas para la protección de los derechos humanos".
Sobre los problemas a nivel internacional, ambos coincidieron en la necesidad de una transición política en Siria, así como de una solución diplomática para el tema del programa nuclear de Irán, apuntó Cameron, quien confió en que Teherán "regrese a la mesa para negociar en serio".
Destacó que la reunión celebrada ayer en Moscú entre el Grupo 5+1 e Irán "fue un poco de pérdida de tiempo para la comunidad internacional", pero confió en que regresen a la reunión convocada para el 3 de julio a nivel técnico en Estambul.
Tras el encuentro celebrado en Los Pinos, Cameron acudió a un almuerzo que ofreció en su honor Calderón en el Castillo de Chapultepec, que supone la última actividad de su visita de un día a México, la primera de un primer ministro británico en una década. EFE
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