Miembros de La Manada no declaran ante acusaciones de abusos en Pozoblanco

  • Los tres acusados debían prestar declaración hoy por videoconferencia ante el juez instructor de Pozoblanco encargado del caso.
Fotografía de 'La Manada', acusados de violación en sanfermines.
Fotografía de 'La Manada', acusados de violación en sanfermines.
EFE.

Tres miembros de La Manada, que se encuentran en prisión acusados de una agresión sexual en grupo en los Sanfermines de 2016, se han acogido hoy a su derecho a no declarar por una supuesta agresión sexual a una chica de Pozoblanco ese mismo año.

Fuentes judiciales han informado a Efe de que los tres acusados, que debían prestar declaración hoy por videoconferencia ante el juez instructor de Pozoblanco encargado del caso, una pieza derivada de la investigación de los Sanfermines, se han remitido a su declaración inicial negando los hechos.

Las fuentes han precisado que las defensas han reiterado la petición de no aceptar en el caso la grabación obtenida de un grupo de Whatsapp de los acusados, ya que se hizo "ilegalmente".

Además, las defensa de los tres miembros de La Manada, investigados en esta causa por delitos contra la intimidad y abuso sexual, ha reiterado su inocencia y confía en el archivo de la causa.

Por otro lado, la Fiscalía también ha solicitado que dicha grabación se incorpore al sumario del caso, mientras que el juez sigue con las diligencias pertinentes antes de cerrar el proceso de instrucción.

Según el juez de Pamplona que remitió el caso al juzgado cordobés, resulta "indiciariamente acreditado" que uno de los acusados ofreció a la víctima acompañarla a su domicilio en un vehículo tras conocerla en las fiesta de Torrecampo (Córdoba), que se celebró en mayo de 2016.

Añade el juez que nada más entrar en el coche y tras sentarse en el asiento del copiloto, la víctima cayó "en un estado de profunda inconsciencia", mientras que otros miembros del grupo "le tocaban los pechos".

Al llegar a Pozoblanco, la joven se despertó "completamente desnuda en el asiento de atrás" y con el mono y las medias rotas, mientras que, tras negarse a practicarle una felación a uno de ellos, el supuesto agresor la golpeó "dos veces en la cara y otra en el brazo".

El auto judicial precisa que los presuntos tocamientos fueron grabados y se crearon dos archivos de vídeo, uno de los cuales fue compartido en un chat denominado "Manada".

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