Prisión para los jugadores de la Arandina: cinco puntos en común con la 'Manada'

  • La chica, de 15 años, reconoció que no se opuso "para evitar males mayores" en una violación grupal grabada en vídeo
La Policía detiene a los agresores de la Arandina.
La Policía detiene a los agresores de la Arandina.
EFE

Los tres futbolistas de la Arandina acusados de abusar sexualmente de una menor de 15 años han ingresado este miércoles en prisión, de forma preventiva, comunicada y sin fianza. Así lo ha decretado la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Aranda de Duero, en Burgos, después de que a lo largo del día prestasen declaración tanto ellos mismos como la víctima, una adolescente que previamente ya estaba recibiendo tratamiento psicológico en la Fundación ANAR de Madrid (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo).

Un caso del que según se han ido conociendo más detalles durante su investigación, más se asemeja al que tuvo lugar en Pamplona, durante la celebración de los San Fermines en 2016. El juicio de la 'Manada', como se conoce al grupo de andaluces acusados de la violación, está visto para sentencia. Se espera que ésta se conozca el próximo mes de enero.

Abuso grupal

Tan obvio como cierto. Si en el caso de la 'Manada' fueron cinco los supuestos violadores, en el de la Arandina se está investigando a tres hombres, de 19, 22 y 24 años, por abusar sexualmente (siempre según la acusación) de una mujer. La diferencia aquí se encuentra en que la víctima es menor de edad, con lo que la gravedad del asunto se disparara.

Simplemente por mantener relaciones con ella, aunque fueran consentidas, el Código Penal establece en su artículo 183 la categoría de "abuso sexual" a todo "acto de carácter sexual con un menor de 16 años". La joven de Aranda del Duero apenas tiene 15. Así, el Código Penal castiga a los culpables de este delito con la "pena de prisión de dos a seis años", que se aumentarían si el acto va acompañado de violencia o intimidación.

Sometimiento forzoso

La muchacha violada en Pamplona aludió encontrarse "en shock", lo que le impidió oponer resistencia a los abusos de los cinco hombres. Del mismo modo, la menor castellano y leonesa ha asegurado en su declaración que se sometió a la voluntad de los tres futbolistas "para evitar males mayores"

Por supuesto, en ambos casos los presuntos agresores niegan todos los cargos de los que se les acusan.

El gancho

La adolescente de 15 años había entablado conversaciones con uno de los jugadores de la Arandina (se desconoce con cuál de los tres), de las cuales fructificaría un encuentro en el piso de éste con intenciones supuestas de mantener relaciones sexuales. Al llegar a la vivienda, compartida por los tres futbolistas y pagada por el club, la joven vio que el panorama no se correspondía con lo 'prometido': no era un chico, sino tres, quienes la esperaban. Según la denuncia de la menor, en ese momento quiso marcharse de allí, pero los tres presuntos abusadores se lo impidieron, incomodándola.

En el caso de la 'Manada', fue uno de los chicos quien habló con la víctima antes de que se le unieran cuatro más y se dieran un 'festín' a costa de la muchacha.

Grabado... y compartido

Ambas denuncias comparten un elemento clave en la posterior investigación: los actos fueron grabados en vídeo. En el caso de la 'Manada', el vídeo podría determinar la culpabilidad del quinteto, cuya sentencia se conocerá el próximo mes de enero.

En Aranda del Duero, sencillamente ha sido la llave para que se destapara el caso. Fue la madre de la adolescente, según apuntan diversas informaciones, quien encontró el documento revisando el teléfono de su hija, y acto seguido acudió a denunciar los abusos. Todo hace indicar que, tal y como ocurrió con la 'Manada, el vídeo ha corrido como la pólvora en Whatsapp. 

Chicos 'de bien'

Los cinco chicos de la 'Manada' compartían un estatus social alejado del clásico perfil de agresor sexual. Uno de ellos era Guardia Civil, otro militar, y el resto tenía empleos más o menos estables. En el 'caso Arandina', los tres militaban en el club de Tercera División, desde el cual han manifestado su comportamiento ejemplar dentro del régimen interno. Los padres de algunos de sus compañeros y vecinos de Aranda son los primeros sorprendidos con los hechos.

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